En apenas un año, el costo de la energía que se compra al mayorista aumentó en un 109%. La comparación está hecha respecto de las boletas que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA) emitió a la EC SAPEM en mayo de 2025 y en el mismo mes del año anterior.
Según pudo conocer El Ancasti, en mayo del año pasado la mayorista le facturó a la empresa distribuidora local unos $4.111.388.122,5, mientras que en mayo de este año la factura fue de $8.594.295.121,12. El salto es todavía superior al de una boleta completa del año pasado: la diferencia es de $4.482.906.998,62.
En tal sentido, se destaca que Catamarca no registra deuda con la mayorista. Es un caso prácticamente excepcional: a fines de abril, la Nación lanzó un plan de regularización de deuda para distribuidoras y cooperativas eléctricas de todo el país que no cumplieron con sus obligaciones con CAMMESA. Por intermedio de la Subsecretaría de Energía de la Nación, el programa alcanza a aquellas que registraban morosidad hasta el 30 de noviembre de 2024.
El plan vigente establece hasta 12 meses de gracia y 72 cuotas con la tasa del 50% del Mercado Eléctrico Mayorista, pero para ello las empresas deberán pagar la deuda corriente sin atrasos y la obligación de presentar planes de inversión en infraestructura para mejorar el servicio. Aquellas que incumplan nuevamente pierden el beneficio.
Como beneficio para las empresas cumplidoras, aquellas que hubieran regularizado sus pagos en 2024 y no tuvieran deudas anteriores a diciembre de 2023, tendrán acceso a créditos en sus facturas y un plazo de 60 días para adherirse.
Según indicó el sitio especializado Ámbito Financiero, hasta diciembre de 2023 «la cobrabilidad de CAMMESA era del 48% y el Tesoro cubría el déficit con emisión que alimentaba la inflación», y fuentes nacionales aportaron que ahora «con tarifas realistas, subsidios focalizados y desregulación progresiva del mercado, la cobrabilidad es del 97%».
El representante de EC SAPEM, Jorge Aredes, había señalado meses atrás que el hecho de que la distribuidora estuviera al día con CAMMESA implicaba un «esfuerzo financiero muy grande».
«No todas las provincias están al día. Es muy costoso y esfuerzo para la Provincia y para la SAPEM mantener las finanzas al día con la mayorista. Al usuario le está costando muchísimo pagar el servicio. Imagínese que si le cuesta al usuario, le cuesta a la empresa. El principal y más importante de los beneficios es que Catamarca no tiene ningún tipo de recargo financiero ni ninguna penalidad por incumplimientos. De lo contrario, seguramente habría sanciones monetarias muy importantes que el Estado Nacional le tendría que imponer a la Provincia», explicó el funcionario en marzo pasado.
En este punto, indicó que en la SAPEM «buscamos que la relación con CAMMESA siempre sea armónica y pacífica, y que el usuario destinatario de la energía tenga un buen servicio». «Esto es así porque la energía que consumimos los catamarqueños no la generamos en un 100% en Catamarca, sino que la mayor parte viene del Sistema Interconectado Nacional», indicó.
CAMMESA es actualmente la responsable de comprar combustibles para las generadoras térmicas y funciona de intermediaria de los contratos de abastecimiento para grandes usuarios y distribuidoras que proveen a los residenciales. Según el sitio Infobae, las acciones de CAMMESA son propiedad en un 80%, por partes iguales, de las asociaciones que agrupan a las compañías del sector, y el 20% restante está en manos de la Secretaría de Energía. Esta Secretaría dispuso en enero que las empresas podrán celebrar contratos libremente sin la intervención de CAMMESA. El objetivo es «promover la idea de un mercado de energía donde la oferta y la demanda puedan realizar transacciones de manera autónoma, para que CAMMESA vuelva a estar solo a cargo de operar el sistema eléctrico». Una resolución del año pasado, la 150/2024, había dispuesto que la empresa ya no podría suscribir contratos de abastecimiento ni actuar como comprador combustibles y vendedor de electricidad. Sin embargo, los contratos vigentes sí se respetarán.
En tal sentido, otros medios aportaron que hasta fines del año pasado el stock de deuda de las distribuidoras estaba en torno a los 1.100 millones de dólares. «Los peores índices de cobrabilidad se registraron en el primer trimestre de 2024. En enero de ese año Edesur y Edenor pagaron en promedio solo el 33,9% de su factura, en febrero apenas el 16,3% y en marzo 34,1%, pero luego del fuerte aumento del Valor Agregado de Distribución que les otorgó el Gobierno comenzaron a pagar el 100% de su factura. Una situación similar se observó con las distribuidoras que operan en el interior de la provincia de Buenos Aires. EDEA había pagado en enero de 2024 el 1,9% de su factura, en febrero el 1,6% y en marzo el 12,7%. A partir del segundo trimestre, luego de que el gobierno de Axel Kicillof le otorgara un aumento tarifario, comenzó a normalizar parte de su deuda corriente al pagar un 50,3% en abril y un 100% en mayo. El mismo patrón se observó en los casos de Edelap, EDEN y EDES», aportaron.