La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) atraviesa horas críticas tras una grave denuncia pública por parte de la fórmula de la lista Renovación Salud, encabezada por Cristina Arreguez y Guillermina Facciotti. Las candidatas, que aseguran tener la mayoría del Consejo Directivo (9 de 14 votos), acusan presiones a estudiantes, maniobras dilatorias por parte del actual decano y un presunto intento de compra de votos con cifras millonarias y promesas laborales.
Según Arreguez, una estudiante consejera recibió una oferta de $500 mil mensuales hasta fin de año y un contrato laboral posterior, a cambio de cambiar su voto. “Es gravísimo. ¿Quién puede tener ese dinero y poder para garantizar trabajo apenas se reciba?”, se preguntó, señalando como posible origen a sectores vinculados a la lista opositora, encabezada por la diputada provincial y directora de Medicina, Claudia Palladino. Un audio compartido con medios de comunicación comprometería al licenciado Aramburú, docente de la carrera de Enfermería.
Además de este hecho, otras y otros estudiantes denunciaron haber recibido llamados y mensajes presionándolos para modificar su decisión en la asamblea. “Tienen parciales y mesas finales, están angustiados y con miedo. Esto no es un clima democrático”, advirtió Facciotti. Las candidatas afirman que la universidad debe ser una escuela de valores y que estas prácticas atentan contra su esencia.
Arreguez y Facciotti también señalaron al actual decano por dilatar injustificadamente la convocatoria a la asamblea que debe consagrar nuevas autoridades. Aunque el plazo formal vence este viernes, denunciaron falta de voluntad política para avanzar y exigieron garantías de transparencia. “Esto debía ser una fiesta democrática, pero se está convirtiendo en una lucha contra la corrupción y el miedo”, concluyeron.