martes, 27 de mayo de 2025 19:08
En una transmisión en vivo desde la redacción del diario, conversamos con Vicky Giménez, quien participó en la producción de la serie «El Eternauta», actualmente furor en Netflix. La serie, protagonizada por Ricardo Narín y dirigida por Bruno Stagnaro, no solo cautivó por su historia, sino también por su cuidada ambientación, que refleja la verdadera identidad argentina.
Vicky compartió que fue un proyecto muy especial: «Fue como lo máximo, lo más grande que se hizo en Argentina hasta el momento, a nivel producción y posproducción, y eso para mí fue un orgullo». La labor de más de un año en la ambientación fue clave para lograr esa autenticidad que tanto destacó.
Al respecto, explicó que su rol como ambientadora fue fundamental en un equipo de unas 35 personas: «Mi tarea era ambientar todo el espacio: elegir cortinas, mesas, sillas, cuadros… Un desafío enorme, especialmente en lugares como la casa de Favalli y la iglesia. Buscábamos que todo fuera único; por eso, recurrimos a plataformas de segunda mano y mercadillos para mantener la autenticidad».
Bruno Stagnaro, el director, quería que la serie tuviese mucha identidad argentina. Vicky señaló que, a diferencia de otros proyectos, en «El Eternauta» se usaron marcas reales para fortalecer esa cercanía: «Eso nos permitió que la escena tuviera más naturalidad. Cuando ves un agua, una yerba o una mermelada, sientes que estás en Argentina». Además, agregó: «Más allá de las marcas, todos los pequeños detalles, como guantes, bolsas de nylon y objetos cotidianos, estaban pensados para que la escena reflejara nuestra cultura».
El trabajo de preproducción también fue intenso. La visión de los directores de arte, que crearon una especie de Biblia con referencias de casas y lugares típicos argentinos, permitió que la serie tuviera una estética muy cuidada. «Este proceso fue mucho más largo de lo habitual, porque dedicamos mucho tiempo a investigar y a buscar las locaciones perfectas», afirmó Vicky.
Para recrear escenas de nieve en exteriores, usaron sal, celulosa y gel, logrando un resultado convincente en ambientes como las calles de Buenos Aires. La ambientación incluía también la preparación de actores que simulaban estar sin vida, rociados con nieve artificial. «Todo ese trabajo contribuye a que el espectador sienta que vive en Argentina y en esa historia particular», comentó.
Finalmente, resaltó el excelente clima laboral que caracterizó a la producción: «Fue un proceso muy largo, con jornadas de hasta 15 horas, pero hubo mucha solidaridad en el equipo. Los actores son súper compañeros, Bruno es un genio y siempre supo conducir con paciencia y reescrituras constantes». La buena energía, sumada a la calidad técnica, hizo de «El Eternauta» un éxito que ya marca historia en la televisión argentina en la plataforma más grande del mundo.
Pata ver la entrevista: