miércoles, 21 de mayo de 2025 18:15
Tomar mate mientras se conduce es una imagen clásica en las rutas argentinas, especialmente durante los fines de semana largos, vacaciones o un simple viaje, sin embargo, esta costumbre tan arraigada puede convertirse en una infracción de tránsito, dependiendo de la normativa vigente en cada provincia del país.
Si bien la Ley Nacional de Tránsito no prohíbe expresamente el consumo de mate, establece que el conductor debe mantener ambas manos en el volante, salvo para acciones imprescindibles como el cambio de marchas. Esta disposición abre la puerta a interpretaciones que consideran cebar o beber mate como una distracción peligrosa, con impacto directo en el dominio efectivo del vehículo.
En algunas provincias, la infracción puede ser detectada automáticamente mediante cámaras de vigilancia, sin necesidad de que un agente de tránsito detenga al conductor. En esos casos, la multa llega directamente al domicilio del titular del vehículo.
Según el sitio especializado Alertas de Tránsito, un automóvil que circula a 100 km/h recorre unos 28 metros por segundo. Una distracción de apenas cuatro segundos, como cebar un mate, equivale a conducir a ciegas por más de una cuadra, con los riesgos que eso implica. Además, el uso de agua caliente puede provocar quemaduras y reacciones inesperadas al volante.
En Mendoza por ejemplo beber mate mientras se conduce se considera una falta grave, de acuerdo con el Decreto 326/18 de la Ley 9024. La normativa exige mantener el dominio efectivo del vehículo en todo momento. La multa puede alcanzar las 1000 unidades fijas, lo que representa $420.000.
En tanto que en la provincia de Córdoba esta conducta se enmarca dentro de las infracciones por manejo inseguro, categoría que también incluye fumar o usar el celular. La multa es de 20 unidades fijas, equivalentes a $24.000 al valor actual.