miércoles, 7 mayo, 2025
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El aglutinante de la motosierra

La resistencia a la motosierra suplanta a los liderazgos nacionales como aglutinante rumbo a las elecciones de medio término.

Se asiste a una pausa de la fragmentación inducida por la resignación de gobernadores y jefes territoriales saqueados para solventar las alquimias financieras de Luis “Toto” Caputo y la certeza de que un triunfo libertario en octubre estimulará la inercia de ajuste sobre los recursos de las provincias en beneficio de la Casa Rosada.

La única defensa ante esta avanzada es el Congreso. Los gobernadores coinciden en la conveniencia de retornar al escenario previo a la Ley Bases, cuando la fragilidad de la representación libertaria les permitió discutir por separado el paquete fiscal y reponer el impuesto a las Ganancias, que se coparticipa.

Su situación sería mucho peor si no hubieran obtenido entonces ese módico triunfo, pero la angurria nacional es insaciable y ya introdujo cambios administrativos en los anticipos que alteran las previsiones presupuestarias. Los perjuicios son mayores porque no hay un Presupuesto que acote la arbitrariedad presidencial.

Los gobernadores se reunirán este martes en Entre Ríos, para una jornada convocada por el Consejo Federal de Inversiones con la consigna “Una hoja de ruta hacia un futuro federal”.

“El encuentro –dice la invitación- busca profundizar la articulación entre provincias y sectores estratégicos, consolidando una ruta federal que permita avanzar hacia un desarrollo más equitativo, competitivo y sostenible”.

En lo conceptual, la agenda es similar a la planteada en septiembre del año pasado, horas antes de que Milei presentara ante el Congreso el Presupuesto 2025 “Déficit Cero”.

Desde la sede del CFI, tras reelegir a Ignacio Lamothe como secretario general en contra de las pretensiones nacionales, los caciques advirtieron que buscarían “los instrumentos adecuados para poder afrontar sus responsabilidades, tal como establece la Constitución Nacional, con los recursos correspondientes”.

“De cara a la discusión del Presupuesto 2025, las provincias argentinas propugnan por una distribución más equitativa entre la Nación y las Provincias de los recursos coparticipables”, consignaron.

El Presupuesto “Déficit Cero”, postulado por Milei como “un hito histórico que marcará un antes y un después en la historia económica argentina”, jamás se aprobó. Rige el de 2023, reconducido.

Cambio retórico

El enfilamiento de las provincias en la contramotosierra empezó a insinuarse ya desde marzo en los discursos de apertura de sesiones ordinarias en las distintas provincias. El reclamo de los gobernadores por el abandono de la Nación fue transversal.

Raúl Jalil, que estará el martes en Entre Ríos, se acopló a la línea el 1° de Mayo.

Su segundo mensaje a la Asamblea Legislativa bajo la Presidencia de Milei estuvo despojado de las expectativas sobre la evolución nacional del primero. Se centró en destacar el equilibrio logrado en la Provincia.

“Catamarca ha podido cumplir en tiempo y forma con sus compromisos salariales, sostener obras de infraestructura estratégica y continuar con programas clave de desarrollo social y productivo. Esto lo logramos sin acudir a endeudamientos insostenibles ni comprometer la autonomía financiera de la provincia”, dijo. Las referencias al acuerdo con el FMI no hicieron falta.

“Quiero subrayar un dato clave –agregó-: en un contexto de contracción del gasto público a nivel general, Catamarca mantuvo un rumbo inversor decidido. Durante 2024, más del 16% del total del presupuesto provincial se destinó a gastos de capital, superando ampliamente el promedio nacional y consolidando a la provincia dentro de las cinco jurisdicciones con mayor esfuerzo en obras de infraestructura estratégica del país”.

“Este porcentaje no es una cifra técnica: expresa una decisión política concreta. Implica construir caminos donde no los había, ampliar hospitales, edificar hogares, mejorar escuelas y sumar infraestructura para energía, riego y producción. Incluye también inversiones en maquinaria, equipamiento y herramientas para el Estado y los municipios. Invertir en capital no es gastar. Es sembrar futuro. Significa generar empleo, impulsar proveedores locales y preparar a Catamarca para atraer inversiones y enfrentar con solidez los desafíos de crecimiento. Frente a la incertidumbre, nuestra respuesta es clara: construir”, concluyó.

La concepción, diametralmente opuesta a la del “topo” que procura “destruir el Estado desde adentro”, fue reforzada por el intendente capitalino Gustavo Saadi: «En este momento complejo, difícil, donde hay una recesión económica a nivel nacional, lo más positivo es que hay una provincia absolutamente equilibrada en sus cuentas, que no está endeudada, que no ha tomado crédito público y que está planteando inversión y políticas de desarrollo».

Cierren filas

Un día antes del mensaje a la Asamblea Legislativa, Jalil le tomó juramento como ministro de Gobierno a Fernando Monguillot, que hasta ese momento venía desempeñándose como secretario de Gobierno de la Municipalidad de la Capital.

Es un dato político de primer orden. Monguillot responde a Saadi y asume un rol protagónico en la gestión provincial cuando el Gobernador toma distancia clara del Gobierno nacional.

Jalil y Saadi acordaron exhibir en el gabinete la solidez de su acuerdo político adelantando una transición prevista para 2027. El ingreso de Monguillot se complementó con otra señal de consistencia interna: el nombramiento de Leonardo Zeballos, un hombre referenciado con la senadora nacional Lucía Corpacci, en Producción.

El oficialismo cerró filas después de un mes complejo, en el que el radicalismo depuso sus diferencias internas para unificarse en la crítica a la gestión económica provincial y la desmentida de la emergencia.

La motosierra diluyó las diferencias en el peronismo provincial. Falta ver qué pasa en la oposición.

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