sábado, 3 de mayo de 2025 01:33
Considerado una gloria del fútbol de Catamarca, nació el 8 de julio de 1935 en el barrio Norte, calle Echeverría. Vivió gran parte de su vida como vecino de la Liga Catamarqueña de Fútbol, donde se desempeñó como jugador, director técnico y comisario deportivo durante muchos años. Integró una familia humilde y numerosa del sector.
Desde muy chico jugó al fútbol en las canchitas del barrio, sobre todo en la ubicada entre los pabellones, hoy predio de la UNCA. El primer equipo que integró fue “Catamarca Suelo Querido”, conformado por el dirigente don “Avión” Rodríguez.
Allí participó de los primeros torneos infantiles Evita, cuando tenía 12 años. Habiendo resultado campeón provincial tuvo la responsabilidad de viajar a Buenos Aires, junto a sus amigos humildes del barrio, muchos de los cuales fueron posteriormente figuras de nuestro fútbol. Representar a nuestra provincia y cumplir el gran sueño de viajar a la Capital Federal fue una situación que parecía inalcanzable para muchos de ellos. Luego de haber recibido la indumentaria correspondiente, viajaron y participaron del desfile inaugural de dicho torneo.
Don “Avión” Rodríguez les hizo escribir una carta de puño y letra a cada uno de los niños para entregarle al general Juan Domingo Perón. La mayoría la entregó al secretario de la Presidencia. A “Poroto”, en cambio, el general lo saludó con un apretón de manos y recibió el escrito en forma directa. Además, recibió un afectuoso beso por parte de Eva Perón. Al poco tiempo de regresar a Catamarca, tuvo respuesta a su pedido, que era conseguir una ayuda a través de un empleo, siendo designado como mensajero del correo, donde trabajó toda su vida y llegó a jubilarse.
Pasaron los años y fue creciendo deportivamente. A los 15 años debutó en la Primera División de Juventud Unida, luego jugó en Defensores del Norte, Tesorieri, en el desaparecido Unión y también fue convocado para integrar los seleccionados de la Liga Catamarqueña, donde se produjo su consagración definitiva. Usó en la mayoría de los partidos el número 5 (centrocampista), disputando también en algunas ocasiones el puesto de marcador central. Quienes lo recuerdan lo definen como un jugador caudillo, con buena distribución del juego, gran gambeta y muchos goles convertidos. Registra 60 goles en la Liga Catamarqueña (31 en Juventud Unida, 18 en defensores del Norte, 11 en Tesorieri), compartió cancha con grandes jugadores de la época, por ejemplo, “Yareta” Salcedo, “Loco” Espeche, “Kito” Cuello y “Gringo” Ávalos, entre otros. En el seleccionado de la Liga disputaban el puesto con “Yareta” Salcedo y “Pucho” Reinoso.
Se despidió del fútbol como jugador y director técnico del equipo de Adán Quiroga (también desaparecido), que integraba la Liga Chacarera de Fútbol. Tuvo un memorable partido contra River Plate en 1964, que vino a jugar en beneficio de los afectados por la inundación de la localidad de Chumbicha. En ese encuentro compartió la cancha con figuras como Ermindo Onega y Luis Cubilla, entre otros.
Se casó con su gran amor, María Rosa “Pochita” Nieva. De ese matrimonio nacieron sus cuatro hijos (Susana, Gladys, Julio y Gustavo). Los varones jugaban al fútbol, pero sin obtener la trascendencia de su padre. Sin embargo, Gustavo heredó su pasión y llegó a ser árbitro nacional de la Liga Catamarqueña, donde fue muy reconocido.
Falleció el 25 de abril de 2010, dejando una importante huella entre sus compañeros, vecinos y familiares por ser una gran persona, siendo reconocido y homenajeado en distintas oportunidades.
Su mejor título fue ser campeón de la vida, dejando un recuerdo imborrable.
Por “Tato” Zurita