miércoles, 30 de abril de 2025 12:00
La llegada de Milett Figueroa a la vida de Marcelo Tinelli no solo revolucionó su corazón, sino que también desató una inesperada tormenta en el seno de su clan. Candelaria Tinelli, fiel a su estilo frontal, no se guardó nada y finalmente contó su verdad sobre la tensa dinámica familiar generada por la presencia de la modelo peruana. «A mí la verdad que me cae súper bien», lanzó inicialmente la joven durante una rueda de prensa, intentando mostrar una fachada de armonía.
Sin embargo, la paz duró poco. La hija del reconocido conductor no tardó en desmantelar esa imagen idílica al confesar las dificultades experimentadas durante la convivencia familiar en Punta del Este.
«Somos todos grandes, tenemos poca paciencia, y nunca vivimos todos juntos», sentenció Cande, dejando entrever que la forzada cercanía con la nueva pareja de su padre no fue precisamente un lecho de rosas. Este choque generacional y de costumbres se dio en un momento delicado, donde la relación entre Figueroa y las hijas del conductor aún estaba en una etapa incipiente, lo que inevitablemente generó fricciones.
En un intento por suavizar las declaraciones de su hija, Marcelo Tinelli intervino en la entrevista, ofreciendo su propia perspectiva sobre la situación. «Fue muy pronto. Yo les dije: ‘va a venir mi novia’, y fue fuerte la situación. Venía acá… y no era por un día, venía a convivir”, explicó el conductor, reconociendo implícitamente que la integración de su pareja al núcleo familiar fue un proceso abrupto y complejo para sus hijas.
A pesar de sus esfuerzos por minimizar la tensión, Cande respondió a su padre con un gesto pícaro, interrumpiéndolo brevemente, una señal elocuente de que las heridas aún no cicatrizan por completo. No obstante, el conductor intentó dejar en claro que, si bien entendía las dificultades iniciales, su decisión de integrar a Milett en su vida era firme. Este tira y afloje mediático expone una interna familiar donde las aguas parecen estar lejos de calmarse.
Más allá de los conflictos sentimentales, el clan Tinelli también enfrentó rumores de problemas económicos, llegando a especularse con la posible venta de su lujosa propiedad en Punta del Este. Ante estas versiones, El Tirri, primo del conductor, salió al cruce para desmentir categóricamente la información. “Se dicen tantas cosas. La casa, lo que menos quiere Marcelo es venderla”, aseguró, atribuyendo las especulaciones a la constante exposición mediática de la familia.
Sin embargo, la tensión con la novia del conductor siguió latente. En un intento por aligerar el ambiente durante la rueda de prensa, Cande y su hermana Mica ironizaron sobre las repercusiones de sus comentarios, llegando a bromear con la posibilidad de que “no vamos a poder entrar a Perú” debido a las opiniones vertidas sobre Milett Figueroa.
Este humor ácido refleja el estilo descontracturado de la familia, pero también subraya las dificultades que enfrentan al incorporar nuevas relaciones en un entorno familiar tan mediático y con dinámicas preexistentes tan fuertes. La sinceridad brutal de Cande Tinelli dejó al descubierto una interna familiar donde la relación con la novia de su padre está lejos de ser idílica, sembrando incertidumbre sobre el futuro de esta compleja dinámica.