Un informe recientemente publicado detalla con precisión la existencia de una serie de brechas entre mujeres y hombres en base a lo que se denomina los cuatro nudos de la desigualdad: organización social de los cuidados, situación económica y pobreza, participación de las mujeres en espacios de toma de decisión y violencia contra las mujeres.
El trabajo, elaborado por ONU Mujeres, describe con precisión y datos estadísticos la desigualdad existente. Señala que las mujeres tienen menor participación en el mercado laboral en general, menores ingresos, mayor desempleo y mayor informalidad, por ejemplo.
El informe indica que una de las consecuencias más graves de estas desigualdades es la feminización de la pobreza. La brecha de pobreza entre varones y mujeres es de casi 10 puntos entre los 25 y 44 años. Este rango de edad es clave para entender la lógica del fenómeno: es la etapa de la vida en la que las mujeres con más frecuencia son madres o tienen a su cargo niños, niñas y adolescentes.
La brecha se manifiesta también en la pobreza extrema, es decir, la condición de ingresos insuficientes para comprar una canasta básica de alimentos. Cada 100 varones en condición de pobreza extrema había 109 mujeres. “Asimismo –se lee en el estudio-, entre 2017 y 2024, el porcentaje de mujeres de más de 15 años sin ingresos propios oscilaba entre el 21 % y el 26 %, y en el caso de los varones de las mismas edades entre el 16 % y el 22 %”.
Capítulo aparte merece el problema de la violencia contra las mujeres. Es un problema estructural y por ende persistente, que abarca a todas las edades, clases sociales y regiones. Una encuesta realizada en 2012 por la Iniciativa Spotlight, también perteneciente a las Naciones Unidas, el 45 % de las mujeres en Argentina atravesó algún tipo de violencia de género en el ámbito doméstico, siendo la expareja la principal figura agresora. Entre quienes atravesaron situaciones de violencia de género a lo largo de su vida, solo el 21 % manifestó haber denunciado.
El informe también aborda la problemática de la participación de las mujeres en espacios de toma de decisión. Un informe de 2023 de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación muestra que, a pesar de que las mujeres representan el 57 % del total del plantel, en los rangos más altos del Poder Judicial (ministra, defensoras y procuradoras generales), ocupan solo el 29 % de los cargos y a nivel de magistradas, defensoras, procuradoras o fiscales, el 46 %. En la Corte Suprema de Justicia de la Nación no hay mujeres.
Finalmente, en el ámbito político, pese a la alta participación femenina, actualmente ninguna mujer ocupa el cargo de gobernadora en Argentina y, en el caso de los municipios, el porcentaje de intendentas para el periodo 2023-2027 es apenas del 15 %.
El informe, con la contundencia de las cifras, logra demoler cierta perspectiva que se quiere imponer en la Argentina tendiente a desacreditar la existencia de inequidades de género.