miércoles, 9 de abril de 2025 02:36
El gobierno de Javier Milei sufrió ayer quizás el golpe más fuerte que le haya asestado el Congreso de la Nación, ya que pese a los múltiples esfuerzos oficiales se logró avanzar con la investigación del escándalo por la criptomoneda $LIBRA, desatado cuando el presidente promocionó una inversión que resultó ser una estafa millonaria. Cuando el gobierno confiaba en que ni siquiera se reuniría el quórum para sesionar, la oposición se juntó y no sólo aprobó la creación de una comisión investigadora, sino también el llamado a interpelación de funcionarios y el envío de pedido de informes por escrito. Como si fuera una pesadilla libertaria, se respaldaron uno tras otro todos los proyectos de resolución relacionados con la estafa, y quedaron aprobados definitivamente, sin necesidad de pasar por el Senado. Los diputados resolvieron abrir una investigación que tendrá como fin “determinar el grado de participación y la responsabilidad política” del presidente, su hermana Karina Milei, Manuel Adorni, Luis Caputo, como también la de todos los ministros y funcionarios públicos involucrados en el caso. Impulsaron esa medida citando palabras del propio Milei, quien dijo en otras ocasiones que “el que no se deja auditar es un chorro”. Pues bien, lo auditarán a él.
Los catamarqueños
En cuanto a la participación catamarqueña, se destacó la total falta de apoyo de los peronistas a Milei, actitud que algunos medios vincularon con un malestar de Raúl Jalil con Casa Rosada. Cierto o no, esta vez los cuatro legisladores peronistas asistieron a la sesión, dieron quórum y votaron a favor de la investigación. Ante este panorama, el solitario aliado de la provincia que tuvo Javier Milei fue el radical “con peluca”, Francisco Monti, que votó en contra de la investigación del caso.
Crisis peronista
La abierta ruptura entre Axel Kicillof y Cristina Kirchner, aunque no será definitiva hasta que se conformen las listas, marca una innegable crisis en el peronismo; crisis que es hija de problemas irresueltos que se arrastran desde hace años. Nadie, ni sus más encendidos opositores, puede negar el peso y la ascendencia de CFK en la escena nacional, pero sus estrategias de poder delegado no han funcionado en los últimos tiempos, le costaron muy caras al peronismo, y el gobernador bonaerense, salido de las entrañas del cristinismo, resolvió plantarse y rebelarse. Al margen de lo que pueda suceder de aquí en más, esto pone en evidencia que el liderazgo de Cristina palidece, y en parte se debe a que no fue legitimado como debía en el proceso interno. Ella se quedó con la presidencia del PJ sin que la votara nadie, cuando muchos pensaban que su figura era suficiente para ordenar a toda la tropa, pero queda claro que ya no es así. Las consecuencias pueden ser muy negativas si el dilema no se resuelve a corto plazo, porque el peronismo es verticalista desde su nacimiento, y con tamaña división en la cúpula podría devenir un desorden favorable a Javier Milei en los comicios de octubre próximo. Además del perjuicio de hacer públicas estas pulseadas, mientras el peronismo no resuelva sus internas no podrá diseñar un proyecto para presentar al electorado, paso esencial si es que el objetivo es recuperar el poder en 2027.
Recuerdos
El 9 de abril de 1953, con apenas 39 años, moría “Juancito”, de nombre Juan Ramón Duarte Ibarguren, un personaje quizás menor pero protagonista de un capítulo apasionante de la historia nacional. Juancito fue hermano mayor de Evita, y se desempeñó como secretario privado de Juan Domingo Perón. Galán y simpático, tenía fama de mujeriego y le encantaba la vida nocturna. Llegó a ser considerado el “soltero más codiciado” del país, y amasó una fortuna que generó sospechas sobre su origen. En un hogar de cinco hijos, fue el único varón, y ante la temprana muerte de su padre se convirtió en sostén de todos. Evita llegó desde el interior bonaerense a la Capital siguiéndolo a él, y cuando ella se relacionó con el poder, él ascendió rápidamente. Se hizo empresario del cine y gestor del Fondo de Fomento Cinematográfico, institución que tuvo un papel fundamental en el desarrollo del cine argentino. Tenía el 25% de las acciones de la empresa Argentina Sono Film. Cuando Evita murió, Juancito sufrió mucho y se deprimió terriblemente. Para empeorarlo todo, se enteró poco después de que padecía una enfermedad incurable para la época. En ese pésimo momento, empezaron a sobrevolarlo acusaciones de corrupción. Ante ello, Perón hizo una declaración por radio sobre las medidas que iba a adoptar en las investigaciones, en el que sin mencionar a Juancito hizo una clara referencia al decir: “Aunque sea mi propio padre irá preso, porque robar al pueblo es traicionar a la Patria”. El 9 de abril de 1953, tres días después de la declaración de Perón, Juan Duarte apareció muerto con un disparo en la cabeza. Oficialmente se anunció que fue un suicidio. La oposición sostuvo que se trató de un asesinato. Al morir dejó una carta de despedida dirigida a Perón, en la que le juraba que siempre había sido honesto y leal, y le pedía que cuide de su madre y hermanas. El único testigo de su muerte fue, al parecer, el delincuente chileno Alfredo Gómez Morel, que en ese entonces trabajaba como guardaespaldas de Perón. Parte de la historia de Duarte fue reflejada -con un sesgo claramente machista y antiperonista, según los críticos- en la película “Ay, Juancito”, estrenada en 2004 y dirigida por Héctor Olivera, quien trabajó algún tiempo en Catamarca y fue director de la película sobre el caso de María Soledad Morales.
El Esquiú.com