Jana Maradona, una de las hijas de Diego Armando Maradona, supo que no iba a soportar lo que seguía y decidió retirarse de la sala de audiencias. El juicio donde se debaten las circunstancias que rodearon la muerte de su padre iba a continuar con los detalles de la autopsia. Se iban a mostrar imágenes de la necropsia. Prefirió no estar presente. No se equivocó. Lo que siguió fue demasiado fuerte.
Tras la presentación, el médico y comisario mayor retirado de la policía bonaerense Carlos Mauricio Cassinelli, quien a lo largo de su carrera profesional intervino en más de 8000 autopsias, comenzó a declarar como testigo sobre su participación en la necropsia de Maradona.
El especialista, entre otras cuestiones, sostuvo que el astro mundial del fútbol tuvo una agonía máxima de 12 horas de agonía y afirmó que el peso del corazón era de 503 gramos, el doble de lo normal para una persona de su edad, y que tenía 4,5 litros de líquido en el cuerpo. Solo en el abdomen Maradona, según el testigo, tenía tres litros de agua. En cada pulmón, medio litro y en la cabeza el resto.
“No se forma [la retención de líquido] en una hora, de una hora. Es de a poco. ¿Desde que se externó [después de la operación un hematoma subdural en la cabeza en Clínica Olivos] hasta que falleció? Puede ser”, se preguntó y se respondió a si mismo uno de los médicos que participó de la autopsia.
-¿Fue un cuadro súbito, agudo e imprevisto?, le preguntó Cosme Iribarren, uno de los fiscales generales adjuntos de San Isidro a cargo de la acusación.
El testigo, mirando a los jueces Verónica Di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, a cargo del debate, dijo, sin dudar: “Yo le diría que no, juntaba agua con el correr de los días. Era algo previsible. No es que fue una muerte súbita, aguda e imprevista”.
El médico Cassinelli comenzó su declaración con un relato sobre las primeras medidas que se tomaron en la habitación del barrio privado San Andrés, en Tigre, donde fue encontrado el cuerpo de Maradona. La autopsia comenzó a las 19 del 25 de noviembre de 2020 en la morgue del Hospital Provincial Petrona V. de Cordero de San Fernando.
A partir de ese momento hizo un relato detallado de cómo se hizo la autopsia. Se apoyó en las fotografías de la necropsia incorporadas al expediente.
Sobre la causa de muerte que arrojó la autopsia, de la que participaron cinco médicos forenses y un sexto estuvo como veedor por parte de Dalma y Gianinna Maradona, el testigo sostuvo: “Edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada y una miocardiopatía dilatada”.
-¿Los síntomas debían ser advertidos por el personal a cargo de Maradona, especialmente los enfermeros?, preguntó el abogado Eduardo Ramírez, quien representa a Diego Armando Maradona junior, el hijo italiano del Diez. “Sí”, respondió el médico.
Para opinión de Cassinelli, Maradona no era un paciente para estar en un domicilio y si se hacía una internación domiciliaria debía ser controlado cada cuatro horas. Y, según los informes que pudo ver, no lo controlaban desde las 0.30 de ese 25 de noviembre de 2020, el día del fallecimiento.
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