martes, 25 de marzo de 2025 17:55
En la mañana del martes, en una reciente declaración en Radio Esquiú 95.3, Javier Espinoza miembro de la Unión Cívica Radical (UCR) expresó su descontento con las negociaciones internas del partido, calificándolas de «chiquilinadas» y «tonteras». Durante la conversación, el político reafirmó su postura a favor de la realización de internas, argumentando que la supuesta «unidad» entre sectores opuestos no es más que una ilusión que ha llevado al partido a una crisis de identidad.
«La política no es que uno cambia, sino las circunstancias cambian», sostuvo Espinoza, insistiendo en que muchas de las decisiones actuales son impulsadas por intereses ajenos a los radicales. En particular, criticó la influencia de figuras como el gobernador Raúl Jalil y los «ñoquis», término que empleó para describir a aquellos que, según él, ocupan cargos sin la debida representación o compromiso, reflejando una falta de trabajo durante todo el año.
Javier, señaló que existen negociaciones secretas entre sectores en los que participan tanto el oficialismo como otros partidos, incluidos los Libertarios. «No podemos permitir que el gobernador elija nuestro candidato», enfatizó, proponiendo que la afiliación radical debe tener la última palabra en la elección de sus líderes.
Además, advirtió sobre la infiltración de actores externos en la interna del partido, lo que complicaría la dinámica y los procesos de decisión. «No vamos a ceder ante la presión de sectores que no representan nuestro partido», concluyó, reiterando la necesidad de llevar a cabo internas para restablecer la voz de la militancia radical en Valle Viejo.
Asimismo, los tensos debates dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) no solo se limitan al distrito de Valle Viejo, sino que también se reflejan en toda la provincia de Catamarca. Espinoza reveló que las mismas circunstancias de injerencia de otros partidos en las internas radicales se observan en otros distritos, como Santa María y la Capital.
El político subrayó que la UCR, lejos de ser un partido menor, cuenta con un significativo número de afiliados y, por lo tanto, se ha convertido en un objetivo de interés para diversas fuerzas políticas, incluidos los Libertarios y sectores del peronismo. «No soy ningún tonto. Si esto sucede en Valleviejo, es lógico que ocurra en otros lugares», afirmó, señalando que la fortaleza del partido lo convierte en un blanco atractivo para quienes buscan influir en su dirección.
Entre las motivaciones de estas injerencias, el entrevistado mencionó el deseo de aprovechar el peso político que aún tiene la UCR en la provincia. «Estamos viendo que muchos de nuestros propios dirigentes están dispuestos a vender o rematar el partido», dijo Javier Espinoza, argumentando que esta situación evidencia la falta de alineación con los intereses de la base radical.
Además, manifestó su preocupación por el hecho de que cruciales decisiones dentro del partido parecen estar siendo dictadas por fuera, señalando directamente la influencia del gobernador Raúl Jalil y su cercanía con el presidente Javier Milei. Esta realidad, según el político, exige un retorno al proceso democrático interno, donde los afiliados tengan la última palabra en la elección de sus autoridades.
«Queremos internas. Que el afiliado radical elija, y no un dedo de las autoridades o del gobernador», reiteró Espinoza, enfatizando la necesidad de restablecer la autonomía y la representación genuina del radicalismo en Catamarca.