Enfermedades que se creían erradicadas o con una incidencia mínima como consecuencia de las campañas masivas de vacunación, están volviendo a tener peligrosa incidencia en la Argentina, aunque también en otros países del mundo.
Una de esas enfermedades es el sarampión, que tenía hasta ayer, solo en el Área Metropolitana del Gran Buenos Aires, ya 13 casos confirmados, pero también se han notificado en todo el país un aumento de casos en otras patologías, igualmente prevenibles, como hepatitis A y tos convulsa.
La reaparición de estas enfermedades se explica claramente por una caída de la vacunación. Un informe elaborado por el Centro de Datos del sitio de verificación del discurso público Chequeado, consigna que entre 2019 y 2023, último dato disponible, la cobertura de la vacuna triple viral -que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas-, bajó 30 puntos porcentuales.
Entre las causas para explicar la caída de la cobertura a través de las vacunaciones se señala la pandemia de Covid-19, el subregistro de datos, los problemas para acceder a los centros de salud y la desinformación. No debe subestimarse la gravitación de los movimientos antivacunas, que ya desde hace más de una década vienen creciendo en el mundo con argumentos que son refutados por la ciencia, pero que sin embargo han logrado incidir en un sector de la población, causando esta reaparición de enfermedades.
La información oficial señala que la principal caída en la tasa de vacunación se da en el segmento de los cinco y seis años de edad, es decir, entre niños y niñas que están ingresando o por ingresar a la escuela primaria. La caída también se corrobora en las dosis de refuerzo, por ejemplo de la vacuna triple bacteriana acelular -que brinda protección contra la tos convulsa, el tétanos y la bacteria Haemophilus influenzae tipo b- y la vacuna IPV o Salk contra la polio, esta última una enfermedad muy grave que había sido prácticamente erradicada en el mundo pero que está de regreso.
Eva Jané Llopis, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en la Argentina, explica que “este contexto (de notable baja de la cantidad de niños y niñas vacunados) representa una amenaza real para la salud pública por la reaparición de enfermedades que han sido eliminadas por años, un riesgo que hoy se materializa con el brote activo de sarampión en el AMBA. Es urgente fortalecer las estrategias de inmunización para proteger a la población y evitar retrocesos en los logros alcanzados en salud pública”.
Resulta clave implementar campañas de vacunación intensivas, recordando que hay vacunas incorporadas al calendario oficial que son obligatorias. De modo que además de impulsar campañas de información y concientización sobre el rol virtuoso de las vacunas, se debe desplegar sobre todo el territorio del país la infraestructura sanitaria disponible, garantizando además que exista la cantidad de dosis suficiente para toda la población meta, a los fines de revertir esta tendencia a la baja que se verifica desde hace más de un lustro.