Desde una de las querellas en la causa por el crimen de Miguel Ángel Ferreyra indicaron que Jorge Castro, el principal acusado del hecho, puede comprender la criminalidad del acto. Esto lo manifestó el abogado Sebastián Ibáñez, quien representa a Katya Salas, viuda de Ferreyra. El letrado dijo que, junto a la Fiscalía, van a demostrar que el hombre es imputable.
“Si bien tiene un retraso madurativo leve, eso no le impide comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones. De hecho, él lleva una vida normal, como cualquier otra persona, porque para que el acusado sea inimputable, si es que tiene una patología mental, esa patología mental le tiene que impedir comprender la criminalidad de sus actos y dirigir sus acciones. Si no le impide eso, por más que tenga una patología mental, es imputable y es punible, es decir, puede responder ante la ley penal por un delito que haya cometido”, remarcó Ibáñez.
El abogado también enfatizó que con la Fiscalía, los peritos y los expertos van a probar que “Castro es imputable”. “Vamos a demostrar ante el jurado, y creo que el jurado popular, usando el sentido común, va a ver a Castro como una persona normal. Va a ser muy difícil ante el jurado, entiendo, demostrar la imputabilidad de Castro”, añadió. Para Ibáñez, “la Fiscalía entendió, en base a esas pericias que no eran concluyentes, de que Castro es imputable, es decir, comprende la criminalidad del acto y su acción al aumento de los hechos”.
Castro y su madre, Mónica Murúa, fueron enviados a juicio por el asesinato de Ferreyra. Él, está acusado por el delito de “homicidio simple en calidad de autor”. Ella, por “homicidio simple en calidad de partícipe secundaria”. La defesa de ambos se opuso a la elevación a juicio de la causa. Por ello, el expediente fue enviado al Juzgado de Control de Garantías para que allí se defina -en principio- si deben ir a debate por el homicidio.
Caso
La investigación estableció, con el grado de probabilidad requerido en esta instancia, que el hecho sucedió el 10 de septiembre de 2023 en la localidad de El Bañado, departamento Valle Viejo. Las pruebas reunidas -testimoniales, inspecciones oculares, secuestros de elementos, pericias varias y registros fílmicos- permitieron reconstruir la secuencia del hecho.
Ese día, alrededor de las 10.15, Ferreyra se encontraba junto a varias personas consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública, cerca del canal conocido como “Canal de la Muerte”, en el barrio 140 Viviendas de El Bañado, Valle Viejo.
En ese contexto, Castro llegó al lugar en una motocicleta y discutió con la víctima debido a conflictos previos. El enfrentamiento derivó en una pelea a golpes de puño, que fue interrumpida por un testigo.
Castro se retiró del lugar y regresó minutos después a pie, acompañado por su madre. Llevaba consigo dos cuchillos y una pala, mientras que Murúa portaba un látigo.
Al reencontrarse con Ferreyra, Murúa lo insultó e incitó a pelear, al tiempo que le propinaba golpes con el látigo. Un testigo intentó mediar y evitar la agresión interponiendo su motocicleta.
La víctima intentó alejarse caminando, pero Castro y Murúa lo alcanzaron en la intersección de calle José Luis de Galarza y una calle sin nombre del barrio 140 Viviendas.
Allí, Castro golpeó a la víctima con la pala, mientras Murúa continuaba atacándolo con el látigo. Finalmente, con Ferreyra ya sin poder defenderse, Castro le asestó una puñalada en el tórax con un cuchillo, provocándole la muerte. Por esta causa, Castro y Murúa están detenidos con prisión preventiva.