La derrota por 2-1 de Newell’s ante Rosario Central agravó la crisis deportiva e institucional del club, y desencadenó disturbios a la salida del Coloso Marcelo Bielsa. Durante el partido, que se vivió en una atmósfera de alta tensión, la hinchada de la Lepra se mostró muy descontenta con el rendimiento del equipo y con la actual gestión directiva.
Tras el pitazo final, en las calles cercanas al estadio, algunos hinchas comenzaron a arrojar objetos contundentes hacia los cordones de seguridad . La Policía respondió reprimiendo a los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos, dejando a varios heridos entre efectivos y simpatizantes. Además, algunas camionetas policiales sufrieron daños en sus vidrios a causa de los piedrazos.
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Este clásico, que se suma a una pésima racha de Newell’s, que hace seis partidos sin ganar frente a Central y, tras 17 años, no logran una victoria en casa contra su eterno rival, se convirtió en el punto de quiebre para una hinchada que ya venía manifestando su descontento con la dirigencia del club. La última victoria en el clásico cómo local se remonta al Apertura 2008, con gol de Rolando Schiavi de penal en la era de Fernando Gamboa. Desde entonces, pasaron diez encuentros, con un balance de cinco empates y cinco triunfos a favor de Rosario Central.
La caída no solo hundió a Newell’s en la tabla de la Zona A, donde se ubica en el fondo con apenas tres puntos, sino que también puso en la cuerda floja el futuro del entrenador Mariano Soso, con rumores de cambios en la dirigencia en las próximas horas.
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