Tabasco, antes conocido como ‘el Edén de México’ por su naturaleza, historia y cultura, ahora está cubierto en sangre. La tierra natal del ex presidente López Obrador es ahora un campo de batalla entre dos poderosos cárteles de la droga.
La crisis de seguridad que enfrenta Tabasco ha puesto ‘en jaque’ la administración entrante del morenista Javier May. Éste tomó protesta en septiembre del año pasado.
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Campo de combate entre el Cártel Jalisco y La Barredora
Villahermosa, Tabasco, se ha convertido en la ciudad con mayor percepción de inseguridad en México, según la última Encuesta Nacional de Seguridad del INEGI.
El 95.3% de los habitantes consideraron que vivir en esa región es inseguro, colocándola en el primer lugar de entre las 91 ciudades evaluadas.
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Este aumento, está relacionado con la pugna entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y un grupo criminal local conocido como La Barredora.
Tabasco vivía bajo una “pax narca” hasta hace dos años, cuando el CJNG incursionó en el estado. Esto rompió el control que mantenía La Barredora, un grupo criminal local que durante años operó con una supuesta red de protección política y policial.
El enfrentamiento entre el CJNG y La Barredora ha generado una ola de extorsiones y ataques en Villahermosa, particularmente en negocios como bares, restaurantes, hoteles y desarrollos inmobiliarios. Según el experto, los grupos criminales utilizan el cobro de “derecho de piso” como una forma de financiar su guerra territorial.
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La inseguridad ha provocado grietas en Morena.
Además, ha provocado fricciones en el partido guinda, pues el mandatario estatal ha señalado a exfuncionarios de estar vinculados con el crimen organizado, mientras que exigen su renuncia.
El senador Óscar Cantón Zetina es compañero de partido del gobernador. Exigió a las autoridades estatales, encabezadas por May Rodríguez, que ‘renuncien’ si no pueden hacerle frente a la ola de violencia en Tabasco.
En noviembre del año pasado, May Rodríguez acusó a Hernán Bermúdez Requema, de tener vínculos con La Barredora, un grupo criminal. Bermúdez es el exsecretario de Seguridad Ciudadana de Adán Augusto López cuando fue gobernador de Tabasco.
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Hernán Bermúdez estuvo a cargo de la seguridad de Tabasco de diciembre de 2019 hasta enero del año pasado. Después presentó su renuncia tras una serie de robos en al menos 24 comercios, narcobloqueos y balaceras en la capital tabasqueña.
Sin embargo en el hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa, antes Sedena), por el colectivo Guacamaya salió un documento comprometedor.
En ese documento se relacionó a Bermúdez Requema con el narcotráfico. Pero no fue el único.
También al exdirector de la Policía Estatal, Carlos Tomás Díaz, el exdirector de la Policía estatal de Tabasco, Leonardo Arturo Leyva, y el excomisionado de policía estatal, José del Carmen Castillo. Todos como integrantes de grupos delictivos en la región.
El legado de López Obrador. Cifras mortales.
Así es como López Obrador le paga a la gente que incondicionalmente votó por él. Supuestamente, proyectos como el Tren Maya y programas como Sembrando Vida ayudarían al estado. Pero es todo lo contrario.
A día de hoy, van 126 homicidios en menos de dos meses. A este paso, Tabasco va camino a convertirse en un campo de batalla similar a Sinaloa. Esto es lo que AMLO dejó en su estado, producto de la fallida estrategia de ‘abrazos no balazos’
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