Bacchiani es el único encartado en Córdoba. Ninguno de los miembros de su grupo fue alcanzado por la investigación de la fiscal de Delitos Complejos Valeria Rissi. Uno de ellos, el exencargado de la sucursal Córdoba de “Adhemar Capital” Augusto García Alaimo, está prófugo y se sospecha que alzó un bagayo de millones de dólares.
La historia de traiciones con la que el “Trader God” intenta defenderse tiene ribetes shakesperianos.
Se trata de una suerte de metástasis de deslealtades que se habría iniciado con varios de sus colaboradores tomando depósitos en su nombre sin ingresarlos en “Adhemar Capital”, cuya capacidad financiera para solventar los compromisos asumidos comenzó a escorarse, según Bacchiani, en la segunda mitad de 2021, a raíz de la fuga de millones que sus inversores depositaron en otras casas que decían dedicarse a la especulación con criptoactivos y les ofrecían utilidades mayores.
Después de su detención, dice, se abrieron otras líneas de saqueo.
Su abogado, Lucas Retamozo, se habría complotado con Alfredo Aydar, abogado de numerosos damnificados. Según Bacchiani, ambos se quedaron con millonadas que les entregó para que le pagaran a los acreedores.
Retamozo y Aydar coordinaron estrategias desde un principio. Cuando Bacchiani fue detenido, presentaron dos escritos idénticos hasta en los errores de tipeo para cuestionar la intervención de la Justicia de Córdoba y exigirle al juez federal Miguel Ángel Contreras que retuviera al reo en Catamarca.
El vínculo siguió aceitado hasta que Retamozo fue detenido en diciembre de 2022. Los dos pedían la domiciliaria para permitirle al financista que pagara, pero las oportunidades que el juez accedió a facilitarle los medios para hacerlo fracasaron estrepitosamente.
Los dos fueron denunciados por prevaricato por la exempleada de “Adhemar Capital” Aldana Donato. La mujer asegura que contrató los servicios de Aydar y le entregó información que comprometía en las estafas a Retamozo y Sofía Piña, expareja de Bacchiani, pero que Aydar nunca la introdujo en el expediente.
Ahora Aydar se opone a que se levanten los embargos sobre las cuentas de Retamozo, pero fue la última persona con la que el exdefensor de Bacchiani se comunicó antes de ser detenido. Ya no sos mi margarita…
Retamozo también se habría asociado con el abogado Carlos Correa y la escribana Joaquina Córdoba Gandini para chantajear a Bacchiani y su exesposa, la venezolana Celeste Zaraive Garcés Rusa, y obligarlos a transferir propiedades a terceros.
Indicios de este entramado inmobiliario surgieron también en la causa penal iniciada contra Bacchiani por el empresario Cristian Guillou por la posesión del complejo nocturno Wika.
El fiscal Costilla quiso archivar el expediente, pero el juez de Garantías Marcelo Sago rechazó la pretensión en un fallo en el que le hizo durísimas críticas por no haber investigado las posibles maniobras de insolvencia fraudulenta o despojo a Bacchiani.
El “trader” señala también a otros excolaboradores, como José Blas, Alexis Sarroca y la propia Garcés Rusa.
Defecciones
Todo o parte puede ser una fabulación, por supuesto, pero en cualquier caso es llamativa la escasa voluntad del sistema judicial catamarqueño para indagar sobre las insistentes denuncias de Bacchiani, en el marco de una investigación que se arrastra desde hace más de cuatro años: cuando las criptotapaderas comenzaron a desplomarse, se reveló que el fiscal federal Santos Reynoso había iniciado de oficio una “investigación preliminar” el 16 de septiembre de 2020, a partir de la editorial de El Ancasti “Un Ponzi suelto en Catamarca” que le había hecho llegar Gendarmería.
Lo de Costilla en la Causa Wika condensa hasta el grotesco una defección que parece haber sido general.
Síntomas de las negligencias fueron marcadas por la fiscal provincial Paola González Pinto al plantear a la Corte la nulidad por “cosa juzgada írrita” del acuerdo de conciliación entre Rolón Reynoso y sus asaltantes que cerró la causa por el asalto en Parque América.
Rolón Reynoso, imputado con prisión domiciliaria en la causa “RT Inversiones” e inhibido para disponer de sus bienes, movió cerca de 40 millones de pesos en sus cuentas entre agosto y diciembre del año pasado y tenía acceso irrestricto a internet.
José Blas, Sarroca y Edgardo Bulacio padre también están con prisión domiciliaria e inhibidos ¿Seguirán moviendo cuentas?
En la picota
Cada tanto se filtran elementos cómicos.
Mercado Libre, por ejemplo, puso a disposición del Juzgado Federal montos debitados de cuentas de Mercado Pago embargadas pertenecientes a sujetos vinculados con los expedientes de las criptofinancieras.
Informó 976,16 pesos, 720,92 pesos y 15.182,73 pesos: 16.879,81 pesos. Otras cuentas también fueron embargadas pero no tienen dinero disponible.
El informe está fechado el 29 de enero de 2025, los procesos se iniciaron en abril-mayo de 2022. Se tomó su tiempo Mercado Libre… o el Juzgado Federal.
En la quiebra de Bacchiani se produjo una novedad que también abre interrogantes sobre el desempeño de la Justicia Federal.
El lunes Bacchiani debe concurrir al Juzgado “munido de la documentación que sustente sus alegaciones respecto de bienes que serían de su titularidad”, para audiencia que se realizará en presencia del síndico.
Celebrada esta audiencia, se programó desde el martes y hasta el 19 de febrero un desfile de personas para que informen y documenten “sobre el negocio jurídico que hubieran entablado con el fallido” financista en transacciones inmobiliarias.
En el plano estrictamente jurídico, Bacchiani tiene que responder en Córdoba por estafas reiteradas.
Allá él con su suerte, pero el terreno institucional y político, ante la opinión pública, también estará en la picota el sistema judicial catamarqueño.