sábado, 18 de enero de 2025 00:12
A pesar de la feria judicial, en la Cámara Criminal de Primera Nominación, se desarrolló un juicio oral por el delito de homicidio culposo, que terminó con condena para el imputado.
El juez fue el Dr. Mauricio Navarro Foressi, quien poco después de las 9.40 de la mañana abrió la audiencia. En la sala, en el banquillo de los acusados se sentó Fernando Barros, que fue asistido por el abogado Pedro Vélez; el fiscal fue el Dr. Alejandro Dalla Lasta y Ema Macías, hija de la víctima de siniestro vial, Rosa Macías, fue parte también de la audiencia como querellante representada por la abogada Silvia Barrientos.
Intimado del hecho por parte del juez, Barros declaró, y básicamente reconoció que el 18 de noviembre del año 2018, conducía una moto por la Avenida Circunvalación, en la que viajaba como acompañante Rosa Macías, a quien había conocido semanas antes. Barros dijo que la iluminación artificial era escasa y eso provocó que chocara con un guardarraíl, y por el impacto, Macías cayó del rodado, en este sentido, Barros explicó: “Intenté agarrarla con la mano izquierda, pero no pude. Anduve unos metros hasta que me derivé en la banquina y vi cuando una camioneta aplastó a Macías”, y agregó: “Le reclamé al conductor y me dijo que me quedara tranquilo. Después me fui, porque no podía hacer nada”, recordó Barros, quien tanto en el inicio como en el final de su declaración, le pidió perdón a las hijas y familia de Rosa Macías, sobre quien dijo que: “Parecía una buena mujer”.
Alegatos
Ante el reconocimiento liso y llano del imputado, las partes desistieron de los testigos y el juez abrió la ronda de alegatos.
El fiscal de cámara Alejandro Dalla Lasta, fue el primero en alegar. Anticipando que mantendría la imputación de “Homicidio culposo” Dalla Lasta hizo hincapié en que si bien la iluminación era “escasa”, como lo declaró el imputado, y se corroboró en la investigación penal preparatoria, esta situación no eximiría de la responsabilidad de Barros, quien debió tener más atención al momento de la conducción (…).
Párrafo aparte le dio al agravante de la acusación, la fuga. El fiscal se refirió a que Barros, palabras más palabras menos, se fue del lugar del siniestro sin ayudar a Macías, y fue recién detenido cinco días después del hecho porque una de las hijas de la víctima ingresó a la cuenta de Facebook de su madre y encontró conversaciones entre ella y Barros el día del siniestro fatal.
En otro párrafo del alegato, el fiscal al momento de referirse a la pena, hizo referencia a que el imputado no contaba con antecedentes computables, y en base a las circunstancias del relato de los testigos en la instrucción el hecho fue un “Homicidio culposo” entendiendo que la pena justa debía ser la de tres años de prisión de cumplimiento en suspenso, al tiempo que pidió una inhabilitación para conducir cualquier tipo de vehículo automotor por cinco años y reglas de conductas, entre ellas que no consuma bebidas alcohólicas ni ningún otro tipo de sustancias, etc.
Luego alegó la querella, que manifestó coincidir con los argumentos de la fiscalía, pero remarcó que si bien sus asistidas esperaban el máximo de la pena para Barros, por la pérdida de su madre entienden que fue un homicidio culposo, pero esperan que Barros aproveche esta oportunidad que le da toda la sociedad y no vuelva a comer ningún delito.
Finalmente, alegó la defensa de Barros, quien también se mostró coincidente con el alegato de Dalla lasta, pero desistió en el agravante de la fuga, entendido que el mismo no se daba, puesto que Barros se quedó en el lugar y recién se marchó cuando se dio cuenta que nada podía hacer. Por todo ello, solicitó que su asistido sea declarado culpable pero que se le aplique el mínimo de la pena.
Sentencia
Previo a escuchar la última palabra de Barros, que volvió a reiterar su pedido de disculpas para la familia de Rosa Macías, el juez dictó el fallo y lo condenó a la pena de tres años de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación.