La historia entre el matrimonio de Wanda Nara y Mauro Icardi, más la reaparición de la actriz Eugenia la «China» Suárez y del cantante L´ Gante en la historia, generó nuevamente interés nacional.
Las repercusiones en los medios de comunicación se vieron «fogoneadas» no sólo por la complicidad de todos los actores involucrados con las redes sociales y la irrefrenable exposición que hacen de la vida privada, sino también por tocar temas de pareja, amor e infidelidad del que nadie está exento.
Julieta Lobo Molina (MP 343), psicóloga formada en Salud Mental, Comunitaria y Adicciones, especializanda en Políticas Públicas en Género y Violencia de Género, comentó a INFORAMA que los vínculos no pueden pensarse «sin la dimensión de la época y el empuje de lo que esta demanda, como el exceso a la exposición de lo que sucede en la intimidad de esos hogares y familias».
En esa dimensión aparecen las nuevas formas vinculares, las nuevas posiciones de las mujeres ante las masculinidades y la necesidad de «tomar postura», mencionó.
«Hay varios elementos que se ponen en juego como el poder económico, la rivalidad femenina, la provocación constante, la construcción de contenido como objetos de consumo para la comunidad. Muestra la imposibilidad del diálogo entre los protagonistas y la desorganización como efecto de todo ese caos de la farándula», añadió la profesional, creadora de Grupo Sostén.
Expresó que bajo esa situación aparece la intervención judicial para que «ordene un poco el caos, desde la comunicación como los recursos económicos y sociales», pero el exceso de exposición de los vínculos complejos en el que hay denuncias de género de por medio «permiten una banalización del tema, porque de toda esta situación se hace un espectáculo».
Remarcó que ella no usa el término «toxicidad», al que se hace referencia usualmente en este tipo de relaciones llena de conflictos, pero que «cuando los vínculos se vuelven muy complejos, agresivos, violentos habla de la misma dificultad de poder separarse». Muchas veces, sostuvo, la continuidad está dada no por el amor en sí, sino «desde la rivalidad» aunque requiere de un análisis más puntual.
¿Qué pasa con el entorno en estos vínculos complejos o patológicos?
Estas situaciones también influyen en las personas que rodean a las parejas: «Suele suceder que el entorno más cercano empieza a ubicar señales y es importante que sean como lugares de cuidados o alojo, ya sea el laboral, grupos de amistades, familias y a veces hacen preguntas o llamados de atención».
Señaló que otro factor no menor a tener en cuenta, son las infancias y adolescencias quienes «son receptores directos de estos problemas de pareja».
«Si bien se conocen algunas discusiones en relación a la maternidad o paternidad, es claro que quienes discuten son sus posiciones de hombre(s) y mujer(es). Lo cual es grave, dado que las infancias ya están siendo partícipes de esta situación y quedan en el medio como objetos de rivalidad y exposición entre todos. Y aun así, elementos que son parte también de las historias de los y las pequeñas que no consienten esa exposición. En este caso aparentemente la Justicia ya interviene, pero en otros, en el común de la gente es importante siempre dar lugar a lo que las infancias elijan y que serán lugares de cuidados«, comentó.
En este caso pidió considerar lo dispuesto por la Ley 26.061 de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, que en su artículo 22 hace alusión al derecho de ser respetados «en su dignidad, reputación y propia imagen».
«Se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o indirectamente a los sujetos de esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o responsables, cuando se lesionen su dignidad o la reputación de las niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada o intimidad familiar«, recepta la normativa.
¿Cómo salir de rupturas amorosas sin tanto caos?
Lobo Molina sugirió «apelar al diálogo en la pareja o vínculo donde puede haber un común acuerdo hasta incluso si se piensa en la separación» y que las separaciones requieren «siempre un proceso, por que justamente son un proceso». Por este motivo, recomendó a quienes están en pareja preguntarse en primera instancia y de manera individual qué siente cada uno.
«A veces el cuerpo empieza a dar señales de sensaciones de angustia, ansiedad, dificultades para dormir, dificultades en la alimentación que pueden empezar a informarnos algo. Al menos quizás de que algo sucede en el vínculo. Y me parece que eso es una señal que puede permitir dialogar con el otro y empezar a acordar ciertas condiciones, en las que cada vinculo tendrá las suyas. En este caso del #wandagate es algo que no sabemos, sólo vamos recolectando información que los medios y redes dicen y de lo que cada quien también quiere tomar. Hemos visto muchos vaivén, problemas de dinero en el medio, infidelidades y demás, que quizás para nosotrxs es una infidelidad pero para la realidad de esos vínculos no lo sabemos», aclaró.
«Es importante intentar ubicar lazos que sean amigables (amiga, familia, vecinx, personal de salud, institución) con quien empezar a organizarse en las actividades cotidianas y también si hay hijxs en común. Estas personas amigables suelen ser quienes acompañan luego los procesos de separación, en el que es común volver e intentar de nuevo. Y quizás en esos procesos el vínculo pueda mejorar y en otros casos los conflictos se agudizan», se explayó.
Además, explicó que no hay un sólo modo de separarse y que eso dependerá del caso, pero resaltó la importancia del diálogo: «Y a veces cuando no hay diálogo retirarse y también pensar que hay tantas personas como vínculos, parejas y demás. Es posible volverse a enamorar«.
Expresó que los vínculos «siempre pueden repensar los modos porque las parejas van teniendo momentos». «A veces los códigos se replantean y no está mal si se deciden otros modos que no sean la monogamia, o abrir la pareja o sino dar vuelta la página cuando hay conflictos o infidelidades por ejemplo», indicó.
Finalmente, la psicóloga aprovechó para reiterar la necesidad e importancia de las políticas de género, que «están siendo desfinanciadas» y cuestionadas. «Esto justamente genera un piso en donde vuelven a instalar las dudas de las denuncias, de las realidades que se perciben desde el lugar de las mujeres y de las decisiones de las mujeres. En donde las estadísticas siguen diciendo que las demandas han aumentado y que la Justicia debe de seguir el camino de la construcción de nuevos saberes en perspectivas de derechos y de género«.
«Por tanto si bien es un tema que nos tiene atrapados y atrapadas, no sólo desde las lecturas que se pueden hacer, sino de los efectos, chistes, memes y demás, es necesario tomar con seriedad porque entre tanto espectáculo, ¿qué efectos pueden ocasionarse no sólo en quienes participan sino en la comunidad que consume esta historia?», sentenció.