Elizabeth, la propietaria afectada, denunció múltiples episodios de ingreso ilegal, robos y daños en su propiedad, acompañados de amenazas de muerte. Pese a presentar al menos ocho denuncias ante diferentes instancias judiciales, asegura que la respuesta de la justicia es lenta e ineficaz.
Según el relato de Elizabeth, los responsables de estos actos inicialmente fueron menores de edad, hijos de una vecina. Sin embargo, la madre de los jóvenes también se involucró, incrementando la tensión. La propietaria afirmó que los responsables destruyen lo que no pueden robar y mencionó la desaparición de plantas ornamentales como azucenas, rosas y agapantos en grandes cantidades.
La vecina en conflicto sostiene que el terreno le pertenece, argumentando que era propiedad de su abuela, una versión desmentida por Elizabeth quien cuenta con títulos de propiedad en regla desde que adquirió el lote hace 24 años.
El conflicto escaló , generando temor por la seguridad personal de Elizabeth y su familia. A pesar de contar con una orden de restricción contra la vecina acusada, esta continúa incumpliéndola, ingresando al terreno y reiterando las amenazas. “Estamos en constante temor, ya no es solo el daño material, sino también nuestra integridad física la que está en riesgo”, expresó Elizabeth, quien también presentó pruebas audiovisuales que documentan los ingresos ilegales.
La denunciante hizo un llamado urgente a la Fiscalía para que actúe con celeridad y detenga este acoso constante que afecta su vida cotidiana. “Esto no puede seguir así. Las pruebas están, las denuncias están, pero no hay respuestas. Necesitamos una intervención inmediata para que termine este sufrimiento”, concluyó con preocupación.