Las absoluciones pagas por el asalto a mano armada en Parque América que habilitaron el fiscal de Instrucción nº 5, Hugo Costilla, y el juez de Control de Garantías nº 1, Rodolfo Maidana, contrariaron todos los antecedentes en materia de conciliaciones penales de la Justicia local. Es que la gran mayoría de los procedimientos penales que terminaron mediante esta metodología son por delitos menores y antes de que los acusados sean imputados. Dos elementos que el asalto en Parque América no cumple.
El otro dato relevante es que solo el 0,3% de las causas penales que se presentan en todo un año culminan mediante acuerdos conciliatorios o de reparación integral.
Como se informó, el escándalo de las absoluciones pagas avaladas por Costilla y Maidana provocó que el Ministerio Público estableciera nuevas pautas a seguir por los fiscales cuando se presente la posibilidad de que la acción penal quede extinta por un acuerdo entre acusado y víctima. Además, generó que la Fiscalía General decida abrir una investigación para determinar si hubo algún aspecto poco claro en el acuerdo que permitió que los imputados por el asalto queden totalmente absueltos.
Luego de estas dos medidas, El Ancasti tuvo acceso a las estadísticas que poseen en la Justicia en torno a la cantidad de causas que se resuelven mediante acuerdos conciliatorios y los tipos de delitos que entran en esta metodología de resolución de conflictos.
En este sentido, solo el 0,3% se resuelve haciendo uso de esta herramienta (el polémico artículo 59, inciso 6, del Código Penal). Este porcentaje es el cálculo sobre un promedio de 27 mil denuncias que se radican por año ante las unidades judiciales y la Fiscalía General. Serían alrededor de 80 denuncias que se resuelven mediante acuerdos entre las partes.
Pero lo llamativo de estos números es que los casos que se resuelven a través de esta metodología distan mucho del asalto que perpetraron Camilo Carrizo, Guillermo Hernán Nieva, Diego Marcelo Arroyo y Fernando Ariel Pacheco en la vivienda de Matías Exequiel Rolón Reynoso.
De acuerdo con los datos a los que accedió este diario, los acuerdos que se celebran entre víctima y acusado son por cuestiones sin demasiada relevancia, como hurtos menores, accidentes de tránsito, amenazas, riñas sin consecuencias graves. Como un ejemplo de estos casos podría ser una pelea por problemas de terrenos o el robo de una garrafa. Otro elemento que caracteriza a estos acuerdos es que se firman y homologan, por lo general, antes de llegar a la instancia de imputación de los acusados.
A la luz de los hechos, ambas cuestiones no se cumplen en el expediente del asalto en Parque América. Sucede que sus autores -Camilo Carrizo, Guillermo Hernán Nieva, Diego Marcelo Arroyo y Fernando Ariel Pacheco- fueron imputados por «robo doblemente calificado por el uso de armas y por ser cometido en poblado y en banda».
Además, la investigación del hecho determinó que el asalto fue extremadamente grave, ya que entre los acusados existía un “plan previamente concertado” para perpetrar el atraco. En este sentido, cuando llegaron a la casa de Rolón Reynoso estaban “munidos de un control remoto apto para abrir cualquier portón eléctrico como así también de un aire comprimido réplica de pistola Bersa”.
También se confirmó que en la vivienda donde se encontraba Rolón Reynoso, éste estaba acompañado por otra persona de apellido Varela Villegas, quienes fueron reducidos mediante golpes y atados con precintos de seguridad.
Posteriormente, cuando ingresó al domicilio el hermano de Rolón Reynoso, también fue neutralizado por los atacantes.
El botín del asalto fue de 1.500 dólares y nueve celulares Iphone. En este marco, una vez cumplido con el objetivo, los asaltantes se escaparon del lugar, para luego de una persecución ser detenidos por la policía que fue advertida por los vecinos.
A pesar de todos estos elementos, los imputados y la víctima cerraron un acuerdo donde hubo de parte de los acusados un compromiso de pago de $8 millones como resarcimiento.
Este acuerdo fue avalado por el fiscal Costilla y el juez Maidana contrariando todos los antecedentes que existen en la Justicia local y creando una jurisprudencia que a la fecha no existía.