martes, 7 de enero de 2025 12:30
En la jornada del juicio que la tiene como protagonista, Brenda Agüero, la enfermera acusada de envenenar a cinco bebés recién nacidos con potasio en el Hospital Neonatal de Córdoba, se defendió de las acusaciones y aseguró que es inocente. Agüero, quien se encuentra imputada de intentar asesinar a otros ocho recién nacidos, rompió el silencio y aceptó responder preguntas sobre su vida personal, aunque se negó a discutir detalles sobre la investigación.
Durante su testimonio, Agüero no dejó de reiterar que las muertes de los bebés fueron una realidad, pero insistió en que no tuvo responsabilidad en los hechos. «Las muertes de los bebés existieron, de eso no hay duda, pero no puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo eso», manifestó.
En un momento de su declaración, añadió:
«No podría volver a hacer lo que tanto quería y por lo que tanto luché. Hice de todo por entrar a un área que hoy no podría trabajar».
La enfermera también relató cómo se sintió atacada por los medios de comunicación, los cuales, según su versión, construyeron una imagen errónea de ella. «Me hicieron muchísimo daño. Salieron a decir un montón de cosas que no eran ciertas. Salieron a decir que era paciente psiquiátrica. Me hicieron ocho pericias, en ninguna de esas salió nada de lo que decían», expresó.
Agüero detalló el arduo proceso por el cual luchó para poder trabajar en Neonatología del hospital y cómo este lugar representaba para ella un sueño cumplido. «En medio de todo lo que yo estaba buscando apareció el Materno Neonatal y quedé enamorada de ese hospital, quería trabajar ahí», relató. Explicó que pasó mucho tiempo dejando su currículum, hasta que finalmente logró obtener una entrevista y quedarse en el hospital hasta su detención.
Agüero también habló sobre su situación en prisión, donde aseguró haber sido agredida debido a la mediatización del caso. Dentro del penal, la mujer se encuentra estudiando abogacía y realizando artesanía. Además, confesó que asiste a la iglesia católica del Servicio Penitenciario, en busca de consuelo.
En cuanto a las acusaciones que enfrenta, Agüero reafirmó que jamás le causó daño a ningún niño, y aseguró que la construcción mediática de su imagen la convirtió en la principal culpable de un crimen que, según ella, no cometió.
«Nunca jamás le hice daño a nadie, de hecho siempre luché por ingresar a un lugar donde pudiera atender a esos pacientes, a Neonatología», destacó.
La acusación y la teoría de los fiscales
La acusación sostiene que Agüero envenenó a los recién nacidos inyectándoles potasio e insulina, con el fin de sobresalir en su trabajo y destacarse entre sus compañeros. Los fiscales que llevan adelante el juicio, Sergio Ruiz Moreno y Mercedes Ballestrini, aseguran que la enfermera inyectó sustancias tóxicas a 13 bebés, y los exámenes toxicológicos a dos de los fallecidos confirmaron la presencia de potasio y de insulina en sus cuerpos. La investigación descartó que las muertes fueran accidentales.