domingo, 5 de enero de 2025 14:30
El último aumento en los precios de los combustibles, aplicado por las principales petroleras que operan en Argentina, ha evidenciado una marcada disparidad entre las distintas provincias del país. Aunque el incremento promedio anunciado fue del 1,75%, el impacto varió considerablemente según la jurisdicción, con diferencias de precios superiores al 30% entre las regiones.
Las provincias con los precios más altos
Según un relevamiento de Infobae, Misiones se posiciona como la provincia con los combustibles más caros del país. En esa jurisdicción, el precio del litro de nafta súper en estaciones de YPF alcanzó los $1.226 tras los ajustes, un valor significativamente superior a la media nacional.
En el segundo puesto aparece Formosa, con un precio de $1.219, seguida por Córdoba, donde la nafta súper se comercializa a $1.216 por litro. Otras provincias como Corrientes, Santa Fe, Chaco y Entre Ríos comparten un precio de $1.204, reflejando una leve uniformidad en la región centro y norte del país.
El sur, con los precios más accesibles
En el extremo opuesto, las provincias patagónicas exhiben los precios más bajos. Tierra del Fuego lidera con el litro de nafta súper a $868, mientras que otras jurisdicciones como Santa Cruz ($917), Río Negro ($972), Chubut ($978) y La Pampa ($980) también se ubican por debajo de los $1.000.
Esta disparidad se debe a múltiples factores, entre ellos, los costos de logística, las políticas impositivas provinciales y las particularidades del mercado en cada región. Mientras que provincias del norte enfrentan precios más elevados debido a mayores costos de transporte, las del sur cuentan con subsidios específicos que benefician a los consumidores locales.
Impacto en los consumidores
Las diferencias de precios generan preocupación, especialmente en las provincias con combustibles más costosos, donde el impacto se siente con fuerza en la economía diaria de los habitantes. Por su parte, los expertos señalan que la brecha en los precios podría acentuarse si no se aplican políticas que promuevan una mayor equidad en el mercado de combustibles.