Stephen King, conocido mundialmente por sus exitosas novelas de terror y suspenso, tomó una decisión inusual con respecto a una de sus obras. Se trata de Rage (Furia), un libro que escribió bajo el seudónimo de Richard Bachman, en 1977. Esta novela, que aborda un tema controvertido y perturbador, fue retirada de circulación por pedido del propio escritor y no volverá a ser reeditada.
La decisión de King surgió tras vincularse la obra con varios incidentes violentos en escuelas. En particular, el autor señaló como detonante el caso de Michael Carneal, un adolescente de 14 años que, en 1997, perpetró un tiroteo en una escuela de Kentucky y dejó un saldo de tres muertos y cinco heridos. Durante la investigación, se descubrió que Carneal tenía una copia de Rage en su casillero, lo que llevó al escritor a reflexionar profundamente sobre el impacto de su obra.
“El incidente de Carneal fue suficiente para mí”, declaró King en 1999. “Pedí a mi editor que sacara de circulación ese maldito libro. Accedieron”. Desde entonces, Rage no está disponible en librerías, y las únicas copias existentes son aquellas que se imprimieron antes de la retirada.
La trama de Rage gira en torno a un estudiante de secundaria que, tras ser expulsado, lleva a cabo un tiroteo en su escuela. La historia aborda temas de violencia, aislamiento y conflictos emocionales, elementos que algunos críticos consideran demasiado sensibles para el contexto actual, pero que también son un fiel reflejo de lo que se vive en el país norteamericano a diario.
La novela no solo estuvo relacionada con el caso de Carneal, sino también con otros incidentes similares, lo que incrementó la presión sobre King y su decisión de discontinuarla. En 2012, tras el tiroteo en la escuela Sandy Hook, el famoso escritor reafirmó su postura al respecto en el ensayo Guns, donde expresó su preocupación por la glorificación de la violencia en algunos medios y su influencia en mentes tan vulnerables como las de los niños.
Aunque Rage fue retirada del mercado y actualmente el autor no recibe dinero por esta obra, King no reniega de su existencia ni su autoría. En cambio, decidió tomar esta experiencia como un punto de partida para reflexionar sobre la responsabilidad de los creadores de contenido. “Ahora está agotado, y eso es bueno”, escribió en el prólogo de su novela Blaze.
La historia de Rage no solo abrió el debate sobre el impacto de la literatura en conductas violentas, sino que también evidenció la capacidad de los medios de comunicación y de la opinión pública para influir en la percepción de las obras artísticas.
Aunque la novela no fue concebida con la intención de inspirar violencia, Stephen King reconoció el peligro de que su mensaje pudiera ser malinterpretado o mal utilizado. “La novela se encontraba inspirada en frustraciones de mi adolescencia”, reconoció, sobre el motor que dio inicio a esa obra.
Actualmente, la intriga por conocer qué dicen estas páginas prohibidas se intensificó en Estados Unidos y Latinoamérica, por lo que muchos foros se dedican a piratear sus páginas gracias a distintos documentos en línea.