miércoles, 8 enero, 2025
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La misma conducta fiscal

Finalmente las provincias terminaron el año con una disminución de las transferencias de fondos desde el gobierno federal, tanto en lo que respecta a las automáticas (fundamentalmente envíos coparticipables) como en las no automáticas. La caída de la coparticipación se debe a la retracción de la actividad económica durante 2024, en particular el consumo y la consecuente baja en la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA). La disminución de las transferencias no automáticas, que es muy superior a las automáticas, obedece básicamente a una decisión política del gobierno de Javier Milei de recortar ese tipo de envíos con el propósito declarado de alcanzar el déficit cero o un superávit en las cuentas públicas.

Las transferencias no automáticas, es decir, las que el gobierno nacional decide discrecionalmente, cayeron 65% en el promedio anual, según un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

Por otro lado, un reciente informe del IARAF consigna que las transferencias automáticas a las provincias mermaron 9,8% durante 2024 en comparación con el año anterior. En el caso de Catamarca fue un poco menor al de promedio general: 9,3%. En dinero eso significa que todas las jurisdicciones perdieron durante el primer año de Milei 4,2 billones de pesos. Según la consultora Politikon Chaco, el resultado de 2024 quedó por debajo de todos los años desde 2015 con la sola excepción de 2016, el primer año de gobierno de Mauricio Macri.

Diciembre presenta mejoras, según el estudio del IARAF. “En el mes de diciembre de 2024, el gobierno nacional envió al consolidado de provincias más CABA $4.245.000 millones en concepto de coparticipación, leyes especiales y compensaciones, frente a $1.928.000 millones enviados durante igual período del año anterior. Es decir que se observó una variación nominal del 120%. Descontando el proceso inflacionario del período, esto se traduciría en una suba real del 1%”, señala.

La suba es escasa y debe contextualizarse para entender mejor, en perspectiva, las razones. Diciembre de este año se compara con diciembre del año pasado, el primero de Javier Milei en el gobierno, que fue muy malo en términos económicos. La incidencia de la devaluación practicada a mediados de mes fue significativa en el nivel de la actividad económica. La recaudación creció muy por debajo de la inflación de ese mes, que superó el 25% y fue la más alta desde 1990.

Como es voluntad del gobierno nacional de continuar con la motosierra, es altamente probable que no se verifique una mejora notable en los montos de las transferencias discrecionales o no automáticas. Respecto de la coparticipación federal, que haya o no una suba real de los fondos transferidos dependerá de si hay o no un proceso de reactivación de la economía. Algunos sectores, como el agro, el energético o la minería presentan un crecimiento en los últimos meses. En cambio, el consumo, que es fuente muy importante en la recaudación nacional, sigue estancado.

Pese al ajuste de las transferencias nacionales, las provincias lograron durante el año que acaba de concluir superávit en sus propias cuentas, lo que corrobora que el énfasis puesto por la gestión libertaria ha sido seguido prolijamente por los gobernadores de todas las jurisdicciones, no importa el color político de la gestión.

El tiempo dirá si esta conducta fiscal es sostenible, sobre todo en un año electoral donde los gastos suelen dispararse respecto de los ejercicios en los que no hay urnas de por medio en los procesos políticos.

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