El Manchester United atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia. Actualmente en el puesto 14 de la Premier League, a solo siete puntos de los últimos lugares, el club enfrenta un escenario inesperado que podría derivar en su primer descenso desde 1975. Tras la última derrota contra el Newcastle, el técnico Rubén Amorim no ocultó su preocupación: “Estamos en uno de los momentos más duros del club. La prioridad es sobrevivir”.
“Creo que el descenso es una posibilidad y tenemos que ser claros con nuestros aficionados. Tenemos que cambiar algo, pero esta temporada será muy dura para todos”, agregó el DT, que lleva once encuentros en el equipo, de los que ganó cuatro, perdió seis y empató uno.
“El equipo no está mejorando y está un poco perdido en este momento. Es un momento realmente difícil, uno de los momentos más difíciles en la historia del Manchester United y tenemos que afrontarlo con honestidad. Soy responsable. No me gusta llegar aquí y poner excusas. Creo que la gente está cansada de excusas en este club“, analizó Amorim.
A pesar de que todas las alarmas están encendidas, los Red Devils todavía tienen bastante margen respecto a la pelea por la zona roja de la tabla. Southampton (6), Leicester (14) e Ipswich Town (15) son quienes están en puestos de descenso actualmente.
Impacto económico
Un descenso no solo sería un golpe humillante, sino que pondría en jaque las finanzas de un equipo que depende en gran parte de los ingresos de la Premier League y competiciones internacionales. Durante la temporada 2023/24, el United obtuvo 256 millones de euros por derechos televisivos, de los cuales el 73% proviene de la liga inglesa. Bajar a segunda reduciría estos ingresos de forma drástica, limitando el porcentaje al 55% en el primer año, un impacto que podría agravarse si no ascienden rápidamente.
Además, las competiciones europeas representan otro pilar financiero crucial. En los últimos tres años, el club generó 192 millones de euros por su participación en torneos como la Champions League, ingresos que se perderían en caso de descenso. A esto se suma el gasto anual de 440 millones de euros en salarios, una cifra insostenible sin los ingresos actuales.
También hay que añadir el riesgo para los acuerdos comerciales. Adidas, principal patrocinador, podría reducir sus pagos en un 50% o incluso rescindir el contrato si el equipo desciende. Otras alianzas, también enfrentan incertidumbre en caso de una debacle deportiva.