lunes, 30 de diciembre de 2024 00:51
Fernando Martínez sigue cumpliendo sus sueños. Luego de vencer al local Kazuto Ioka en Japón en julio pasado, un categórico triunfo que le permitió consagrarse campeón mundial y unificar los títulos de la categoría supermosca de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) y la Federación Internacional de Boxeo (IBF), el Puma está ante la nueva oportunidad de seguir agigantando su leyenda en el boxeo.
Mañana martes 31 de enero, en Tokio, tendrá su primera gran defensa frente el Samurai, que intentará vender cara la sorpresiva derrota.
Martínez se impuso con una contundente victoria por decisión unánime, con tarjetas de 116-112, 117-111 y 120-108, y este triunfo lo colocó en la élite del boxeo argentino, no sólo porque tuvo una estupenda tercera defensa de su título, sino también porque pudo unificar cinturones, un hecho casi sin precedentes, donde solo pudieron lograrlo Carlos Monzón, Hugo Pastor Corro y Sergio Maravilla Martínez (ellos lo consiguieron en la división mediano).
El camino del Puma Martínez hacia el éxito no fue sencillo. Su infancia estuvo marcada por las carencias económicas y la pérdida de su padre, eventos que lo impulsaron a buscar un futuro mejor a través del deporte. Aquella compleja historia de vida que incluye desalojos y serias dificultades en los conventillos de La Boca, en Buenos Aires, contrasta con el presente de gloria que transita como campeón mundial.
Fernando es un ejemplo a seguir por su esfuerzo y superación constante y en un nuevo diálogo con Infobae, el Puma analizó el combate que se viene, del cual anticipó que se volverá a ver una “guerra” arriba del ring.
Confiado como pocas veces se lo vio debido a su intensa preparación, repartida en Argentina, Estados Unidos y Japón, prometió “festejo doble” para el país en este fin de año.
-¿Notaste un click, un cambio, desde tu último combate?
-Sí, siento una diferencia enorme. Todos los argentinos estuvieron pendientes de esa pelea y ahora somos los únicos. La gente cada vez que me ve se pone loca y mucho más cuando peleo. Voy a los eventos y se me tira más. Eso es hermoso, muy lindo. Yo estoy para la gente también, vengo de abajo y, como digo siempre, cuando yo era chico me hubiese gustado ver a un campeón y también sacarme una foto. Como ahora lo soy, yo con la gente tengo la mejor. Me gusta, la gente sabe, lo siente y disfruta, todo eso me daba mucha felicidad.
¿Cómo se gestó la revancha?
-Nos la pidieron y aceptamos. La gente también la quería. Ellos quieren ver otra vez guerra, porque fue una verdadera guerra ante un campeonazo. Ya lo conocemos y ya sabemos cómo es (Ioka) y no nos vamos a confiar como hicimos la primera vez, pero va a ser una guerra como lo que fue.
-¿Por qué pensás que ahora va a ser otra pelea?
-Creo que volverá a ser una guerra pero, como nos conocemos, va a ser más estratégica, sabemos lo que damos. Sé que él es muy inteligente, muy estratega y nosotros también. Nos estamos preparando para eso y para que no nos contragolpee como nos hizo antes. Vamos más confiados que nunca, porque la verdad vengo haciendo una preparación excelente.
-¿Cuál es tu objetivo más allá del combate con el japonés? ¿A quién te gustaría tentar si se da el triunfo?
-Hoy queremos pelear con Bam Rodríguez, ojalá se nos de para ir por el cinturón ese (CMB). Yo quiero ser campeón de todos los cinturones, ser campeón absoluto.
-Ante Ioka en Japón volverás a defender el título mundial. ¿Qué mensaje le querés dar a la gente?
-Que no se la pierdan porque en todas mis peleas van a ver guerra, sangre, sudor y gloria. Porque yo voy al frente y no me van a bajar así nomás. Decirles también que luchen, que apoyen a su familia, a sus hermanos. Ser más unidos y que sepan que con la mano de Dios todos los sueños se pueden lograr.