domingo, 29 de diciembre de 2024 14:40
El presidente Javier Milei negó hoy la posibilidad de que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, compita como candidata en las elecciones legislativas del año 2025.
«El otro día estaba desde Italia dando una nota, me lo preguntó Luis Majul, se lo preguntamos y dijo que no», planteó el jefe de Estado.
Pese a la definición, aclaró: «Igual yo no me meto con esas cosas porque yo recuerdo que en diciembre del 2018 le dije a Alberto Benegas Lynch (h) que ni loco y, sin embargo, mire dónde terminé».
«Está construyendo la herramienta política para que podamos estar confortables en nuestros armados políticos. Eso es lo que a ella la motiva y la mueve», sostuvo sobre el rol de la funcionaria en el armado de La Libertad Avanza como sello partidario.
Consultado por sus excéntricas formas a la hora de expresarse, Milei afirmó que no está dispuesto a cambiar porque considera que la sociedad lo votó por su forma de ser.
«No soy un engendro del coaching. Una de las cosas por las cuales admiro a Santiago Caputo y soy feliz trabajando con él es porque en ningún momento tuvo la osadía de querer cambiarme. No voy a ficcionarme», aclaró en declaraciones a Forbes.
«Yo soy el que soy. Te gusta, bien. ¿No te gusta? No me votes (…). Estoy cumpliendo con todas las promesas que hice, algo inédito para la política. Prefiero decir una verdad compleja antes que una mentira agradable», insistió.
Si bien se mostró determinante, el Presidente confesó que cometió un error al haber echado al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, quien murió el 4 de diciembre de este año.
También reveló que su hermana es la encargada de marcarle sus equivocaciones: «Mi hermana me recontra caga a puteadas si me engancha meando afuera el tarro», contó.
Para el mandatario, su hermana es «la tierra», y confesó que es quien no le permite tener «ni el más mínimo desvío de nada».
Por otra parte, el jefe de Estado calificó a lo que denomina «políticos tradicionales» como «la máquina de impedir» y sostuvo que se aferran a «ideas que han fracasado sistemáticamente en Argentina y en todos los lugares que se aplicaron».
«Uno se pregunta por qué defienden estas cosas. Puede ser porque son ignorantes. Pero pueden ser ignorantes con capacidad de aprendizaje. O no quieren aprender porque tienen intereses. Es muy difícil convencer a alguien de que está equivocado cuando sus ingresos dependen de ese error. La política encontró un negocio para la propia casta política y esto pone en jaque su modo de vida», desarrolló.
El libertario cuestionó las recetas económicas regulatorias de los gobierno que lo antecedieron, incluso el período en el que Juntos por el Cambio estuvo frente a la presidencia, y cargó con dureza contra Elisa Carrió, impulsora de la Ley de Góndolas. «Los kirchneristas eran cavernícolas. Literalmente. Querían controlar los precios mandando matones a los supermercados (…) Pero en Juntos por el Cambio, la monumental ignorante de Carrió es la responsable de la Ley de Góndolas, que es una suerte de control de precios», aseguró.
«La diferencia es que, mientras que el kirchnerista te mandaba los matones, los cobardes tipo Carrió o Prat Gay te mandan a las fuerzas de seguridad, para no tener que hacerlo ellos, pero a los efectos prácticos es lo mismo. Es grave», planteó.
Por último, de cara a la sociedad el mandatario prometió profundizar su programa económico y hacer del país «un potencia mundial» en el plazo de 40 años.
«Mi sueño es que, cuando termine mi desempeño en la función pública, Argentina sea el país más libre del mundo. No voy a descansar un minuto hasta asegurarlo», concluyó.