¿Será 2025 el año de la postergada nueva Terminal de Ómnibus de Catamarca? Si bien no figura entre las obras públicas destacadas en el Presupuesto provincial para el año próximo, está la decisión política de llevarla a cabo. Pero aparte esta vez hay algo más concreto: el Gobierno le compró al Obispado los terrenos donde proyecta construir la obra. Estará ubicada en un acceso directo a la ciudad Capital desde la Circunvalación.
La construcción de la Terminal estuvo presupuestada por la Provincia en 2023 y en 2024, pero se postergó por otras obras en el interior, entre ellas las estaciones de ómnibus de Chumbicha (Capayán), Fiambalá (Tinogasta) y la de Belén. La primera se inauguró en mayo y la última está prevista para febrero del año próximo.
Precisamente, el gobernador Raúl Jalil anticipó que el comienzo de obra de la nueva Terminal de Catamarca se dará apenas corten las cintas de la Terminal belicha, la cual se financió con fondos del Fideicomiso Minero.
“Inauguramos la Terminal de Belén aproximadamente a fines de febrero y luego arrancamos con la de Catamarca”, precisó Jalil en diálogo con INFORAMA. Si bien admitió que la obra no figura entre las detalladas en la Ley de Presupuesto 2025, será incorporada para ejecutar por administración y estará a cargo del Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles (MIyOC), bajo responsabilidad de Juan Marchetti.
En principio, el ministerio de Marchetti cuenta al menos con un anteproyecto del edificio de la Terminal, mientras que el Ministerio de Integración Regional, Logística y Transporte, al mando de Eduardo Andrada, tiene otro por su lado. Según confiaron fuentes del MIyOC, prefieren que el proyecto final lo defina Transporte.
Costos y socios
De acuerdo con el anteproyecto de Transporte al que este diario tuvo acceso, el costo final estimado de la obra rondaría los 20.000 a 25.000 millones de pesos. Contaría con 32 dársenas para los micros y un sector de estacionamiento público al aire libre. En la planta alta estaría el área de servicios, con patio de comidas, espacios de info entretenimiento y una zona de administración y seguridad.
Sin embargo, el anteproyecto diseñado por la cartera de Andrada es un modelo posible, que puede tener modificaciones parciales o totales una vez que se defina cuál será el proyecto final. De todos modos, sirve para tener una idea de cuál es el diseño inicial de los aspectos funcionales, estilísticos, constructivos y económicos de la Terminal deseada.
Aparte de la obra en sí, el Estado provincial ya le compró los terrenos al Obispado de Catamarca ubicados sobre la avenida Juan Chelemín, al lado del predio del Club San Lorenzo de Alem, aunque separados a buena distancia por la nueva costanera. Si se ingresa por la Circunvalación, están sobre el margen derecho. En total, son 10 hectáreas (100.000 metros cuadrados).
Para tener una idea más clara de las dimensiones alcanza con indicar que mientras la actual Terminal de Ómnibus ocupa poco menos de media manzana o 5.000 metros cuadrados, el predio de la futura Terminal es 20 veces más grande.
La Provincia acordó con el Obispado un precio de 25 dólares el metro cuadrado. Es decir, por esas tierras la Iglesia embolsará 2,5 millones de dólares, aunque los cobrará en pesos al valor del dólar MEP, que es el usual en operaciones inmobiliarias en Argentina. El pago se pactó en un anticipo de $801 millones y cuatro cuotas iguales de $530 millones, la última de las cuales se pagará en enero próximo. O sea, $2.925 millones en total.
¿Todos los fondos para construir la obra saldrán del erario provincial? La primera definición de Jalil es que la infraestructura general de la Terminal corra por cuenta del Estado, pero impulsará la participación del sector privado en la construcción de los locales comerciales. La búsqueda de inversores será la etapa siguiente al inicio de la obra.
De todos modos, es de suponer que la participación de privados en la futura obra será acotada, dado el modelo de gestión política imperante en Catamarca que asigna un rol dominante al Estado. Más todavía después de la experiencia que fue la concesión de la Terminal de Ómnibus durante dos décadas al empresario transportista Guido Mogetta -fallecido en 2015-.
En efecto, en noviembre de 2014, la exgobernadora y actual senadora nacional Lucía Corpacci declaró extinguida la concesión de la Terminal a Mogetta al haber vencido el plazo contractual (en octubre de 2013) y luego de rechazar el pedido de prórroga que hizo la empresa.
El decreto firmado por Corpacci aludió a “incumplimientos del concesionario” y a la vez dispuso que Fiscalía de Estado investigue la «existencia de irregularidades en los procedimientos y conductas de la concesionaria, funcionarios o empleados de la Provincia”, y que determine sus responsabilidades -tanto funcionales como patrimoniales- en el caso que hubiera daño a la hacienda pública.
Entre otras cosas, al Gobierno de entonces le molestó que Mogetta pretendiera obtener la prórroga a través de la firma «Catamarca Shopping Terminal SRL”, cuando la concesión original había sido a favor de la empresa “Líneas GM SRL”. La obtuvo en 1993 de manos del gobernador Arnoldo Castillo, uno de los fundadores del desaparecido Frente Cívico y Social.
Curiosamente, hoy la máxima autoridad nacional de Transporte es Franco Mogetta Prevedello, hijo de Guido. Las vueltas de la vida.
La polémica de la jurisdicción
Las controversias por la jurisdicción de la Terminal se precipitaron desde el primer momento en que se anunció que la nueva Terminal se localizaría en el límite entre Capital y Valle Viejo. Las autoridades capitalinas anticiparon su aspiración de que el edificio se construya entre los límites de San Fernando del Valle, como sería lógico, aunque en rigor no hay disponibilidad de tierras cercanas a las rutas que conectan con Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero.
Por ello se empezó a hablar de hacer un acuerdo interjurisdiccional con Valle Viejo, que por su parte proyecta construir una Terminal nueva, pese a contar con el viejo Parador Municipal que fue refuncionalizado para otros organismos.
No obstante, en octubre pasado, cuando el ministro Andrada anticipó que la Provincia había cerrado con el Obispado el acuerdo de compra de las tierras ubicadas en el margen chacarero del río del Valle, un grupo de taxistas montó un piquete de protesta en el ingreso a la Terminal de Ómnibus, en la esquina de Güemes y Vicario Segura. Alegaban que en el futuro perderían pasajeros a manos de sus colegas de Valle Viejo, como si hoy no pudieran trabajar en el Aeropuerto Felipe Varela, ubicado a 15 km de la Capital. Por supuesto, fueron desalojados rápidamente por la Policía.
En el mensaje a la Asamblea Legislativa de mayo de 2022, el gobernador Jalil incluyó entre las obras previstas la nueva Terminal de Ómnibus de Catamarca. Para el intendente capitalino, Gustavo Saadi, fue un “anuncio muy importante dado lo que venimos trabajando en materia turística, ya que esta actividad genera empleo, además de que viene dinero de otras provincias y países». Y en cuanto a la ubicación, estimó que antes “habrá una propuesta participativa para que puedan opinar los vecinos”.
Como sea, lo cierto es que hoy la mayoría coincide en que los colectivos urbanos y sobre todo los micros de larga distancia no pueden seguir operando más en el centro de la ciudad. La salida de Güemes y Tucumán -más que el ingreso por Vicario Segura- se ha convertido en un verdadero caos de tránsito, más a medianoche. “La Terminal no puede estar más donde hoy está”, dijo Jalil a INFORAMA. Más aún: “El ingreso principal a Capital es la avenida Juan Chelemín”, agregó.
La promesa de la obra, sin embargo, se reiteró en los dos años siguientes y quedó en la nada. Para 2025, por lo pronto, ya están las tierras en poder de la Provincia.