domingo, 29 diciembre, 2024
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Cómo dar una vuelta de 180 a tu marca personal

La idea de dar un giro radical a la marca personal suena tentadora en momentos de crisis o estancamiento. Políticos, celebridades y líderes de diversos sectores enfrentan constantemente el desafío de mantener una imagen que refleje sus valores, atraiga confianza y transmita un mensaje claro. Pero, ¿es posible cambiar por completo la percepción pública y reposicionarse con éxito? La historia sugiere que sí, aunque con matices importantes que conviene analizar.

La teoría de la imagen. La teoría de la imagen sostiene que lo que perciben los demás no siempre es lo que el individuo cree estar proyectando. En el ámbito político, esta disonancia puede ser devastadora. La marca personal, según varios estudios en comunicación y marketing, es una extensión de lo que somos, pero también un mensaje que se lee, interpreta y juzga. Desde esta perspectiva, la imagen es la carta de presentación con la que cada persona se expone al mundo, y en el caso de líderes públicos, esta carta necesita ser lo más clara, auténtica y congruente posible.

A nivel teórico, la psicología de la percepción establece que las personas tienden a evaluar y recordar las impresiones en función de ciertas características sobresalientes, como el tono de voz, la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, y los valores implícitos en cada acción. Según la teoría del “anclaje y ajuste” de Tversky y Kahneman, los juicios se anclan en una primera impresión y luego se ajustan (o no) conforme la información adicional. Esto explica por qué, en la política y los negocios, cuando un líder comete un error importante, el “ajuste” del público a una nueva imagen suele requerir grandes esfuerzos y tiempo.

Una vuelta de 180° a tu marca personal. Para lograr un cambio exitoso de imagen y reposicionar una marca personal, es fundamental comprender que el proceso debe ser honesto y gradual. Aquí algunos pasos clave:

  1. Autodiagnóstico Sincero: Examina las raíces de la imagen actual y los valores que realmente deseas transmitir. Sin una claridad profunda de tus motivaciones y debilidades, cualquier cambio se percibirá como superficial. Este análisis permite definir cuál será tu propuesta de valor y dónde está la diferencia frente a tus competencias.
  2. Coherencia en la Acción: Los estudios sobre credibilidad destacan que la coherencia es uno de los pilares para construir confianza. La imagen renovada debe ir acompañada de una transformación genuina en tus acciones, lenguaje y postura frente a los temas clave. La teoría de la congruencia sugiere que cuando hay alineación entre mensaje y acción, se incrementa la aceptación de la nueva marca.
  3. Autenticidad como Diferenciador: Los estudios de branding personal indican que el público percibe la autenticidad como un valor en alza. Mostrar vulnerabilidades o momentos difíciles puede fortalecer el vínculo con la audiencia, siempre y cuando la apertura sea percibida como genuina y no como una estrategia calculada.
  4. Una Historia Clara: Los giros exitosos en la marca personal suelen tener un relato que explique el cambio: un acontecimiento, una experiencia transformadora o una lección que llevó a una nueva forma de ser. Este relato no solo justifica el giro, sino que lo convierte en una historia inspiradora. Líderes como Nelson Mandela supieron aprovechar el poder de la narrativa para explicar sus transformaciones.
  5. Consistencia en el Tiempo: La teoría de la constancia nos dice que la percepción pública necesita tiempo para aceptar una nueva imagen. Esto implica mantener la nueva dirección de manera constante para reprogramar la percepción que el público tiene sobre nosotros.

La imagen es un mensaje. Los casos fallidos de reposicionamiento nos recuerdan que la imagen transmite un mensaje poderoso, que influye en la percepción y puede generar tanto efectos positivos como negativos. Para construir una marca personal sólida y genuina, es crucial entender el poder de la percepción y la importancia de la congruencia entre lo que somos, lo que mostramos y cómo actuamos. Como menciona la teoría del enmarcado de Goffman, “todo acto comunica algo” y el mensaje visual es, muchas veces, el más influyente de todos.

En conclusión, dar una vuelta de 180° a la marca personal es un proceso que va mucho más allá de cambiar un logo o actualizar la foto de perfil. Requiere una profunda introspección, un compromiso real y, sobre todo, una coherencia que permita construir una percepción nueva y duradera. Porque al final del día, la marca personal no es solo una estrategia de comunicación, sino una extensión auténtica de quienes realmente somos.

*Soledad Depresbítero es Lic en Relaciones Públicas, comunicadora  y  experta en Personal Branding. Instagram: @SolDepresbitero

por Soledad Depresbítero

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