La fiscal de instrucción N°7, Paola González Pinto, Distrito Este, finalizó la investigación y envió a juicio a los cinco imputados por el homicidio de Marcelino Pachado, ocurrido el 7 de febrero de 2017 en la rivera del Rio del Valle, detrás del predio del Ex hotel Sussex, en la zona sur de la Capital.
Con base en las pruebas reunidas y el grado de certeza exigido en esta instancia, la fiscal imputó a Cristian Marcelo Barros (padre), Nery Nelson Barros, Cristian Alejandro Barros, Marcelo Exequiel Barros y Gustavo Exequiel Varela, por el delito de “homicidio agravado por alevosía”.
El caso
En la investigación del caso trabajó personal de la Oficina Judicial de Investigaciones Especiales dependiente de la Policía Judicial y efectivos de la División Homicidios de la Policía de la Provincia bajo las órdenes de la fiscal. Según la investigación realizada, y los elementos de pruebas reunidos, el hecho
sucedió el 7 de febrero de 2017, en un horario que no se pudo determinar con exactitud, pero que estaría comprendido entre las 1.30 y las 3 de la madrugada, en el domicilio de la familia Barros, en el Barrio Montecristo. En el lugar se encontraba Marcelino Pachado, junto a los imputados. Allí Pachado fue atacado por los imputados, con sus puños y elementos contundentes, aprovechándose que el mismo estaba en estado de ebriedad y sin posibilidades de defenderse.
Lo golpearon hasta dejarlo inconsciente, causándole lesiones de consideración ubicadas principalmente en su rostro, cabeza y tórax, lesiones descriptas por personal médico.
Posteriormente, utilizaron una sábana, para envolver el cuerpo de Pachado lo trasladaron en un automóvil propiedad de Marcelo Barros (padre), hasta la vera del Rio del Valle, de esta Capital, donde fue encontrado, auxiliado y posteriormente trasladado al Hospital San Juan Bautista.
Pachado permaneció en terapia intensiva debido al grave estado de salud consecuencia de las lesiones sufridas, falleciendo el 15 febrero de 2017, por las lesiones sufridas.
La investigación determinó, con elementos de pruebas obrantes en la causa, que luego de la golpiza y de abandonar el cuerpo de Pachado los imputados procedieron a enterrar en el patio de la casa de la familia Barros, la sabana, y los elementos que utilizaron en la golpiza, como así también procedieron a inutilizar el automóvil, el que luego fuera abandonado en el predio de la Planta Tratamiento de Residuos, situada en la zona Sur de esta Ciudad Capital, completamente destruido.