lunes, 23 de diciembre de 2024 00:46
El 13 de diciembre de 2023, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca condenó a 12 años de prisión a Mario “Ruli” Oliva por el delito de Trata de persona y Comercialización de estupefacientes. Aquel día también fue condenado Diego Arroyo a la pena de cuatro años por venta de drogas, pero el Tribunal de la Cámara Federal de Casación Penal de Tucumán revocó el fallo y lo absolvió.
En aquella oportunidad, el abogado Pedro Vélez había casado la sentencia y finalmente el Tribunal de Alzada le hizo lugar por un curioso motivo. Resulta que los exámenes químicos no pudieron determinar la calidad de los siete envoltorios de una sustancia blanca secuestrada en el domicilio de su cliente.
Es decir, que las fuerzas de seguridad incautaron las denominadas “bochitas” que pesaban entre 20 y 34 gramos, pero la prueba de reactivo determinó que no se trataba de cocaína pura, por lo que la justicia debió determinar de qué tipo de sustancia era la que contenía la falsa cocaína, pero no se pudo determinar, por lo que tampoco se pudo probar que se trata de otro tipo de sustancia.
Por este motivo, el letrado al igual que el Tribunal entienden que Arroyo fue condenado en base a conjeturas, ya que no se pudo establecer que se trata de una comercialización típica de estupefacientes, sino que están en presencia de un caso atípico, que no había sido tratado como tal por el Tribunal catamarqueño.
Confirmación de condena
Por su parte, el abogado Juan Pablo Morales presentó un recurso del mismo tenor ante el tribunal superior para recurrir la sentencia a 12 años de prisión para su cliente, pero los jueces lo rechazaron por lo que su cliente Mario “Ruli” Oliva deberá cumplir la pena impuesta por el delito de Trata de personas y Comercialización de drogas.
Cabe destacar que, en los fundamentos los jueces pusieron énfasis en la conexión entre los delitos la trata de personas y la venta de drogas.
“Oliva se proveía de estupefacientes a los fines, tanto de venderlos a terceras personas, como así también utilizarlos en su empresa criminal de trata de personas con fines de explotación sexual. Ello es así que conseguía la droga, la cual le era ‘facilitada’ a sus víctimas, quienes necesitaban de ella para poder sobrellevar la situación de absoluta vulnerabilidad con la que vivían, y luego Oliva les cobraba a sus víctimas reteniéndoles el dinero generado por ellas”, explicaron en el veredicto.
Durante el juicio de 2023, la joven, quien solo fue identificada con las iniciales K.H., que había llegado al banquillo acusada de los delitos de Trata de personas, fue absuelta al igual que la imputada Claudia Toledo.
Otra suerte tuvo Ivana Vargas quien fue declarada culpable del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y condenada a seis años de prisión, junto a Manuel Díaz y Jonathan Molina Vildoza, con quienes comparten la imputación. El Tribunal declaró culpable y condenó también a Juan Carlos Moreno a seis años y seis meses de prisión.