miércoles, 19 marzo, 2025
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Amenaza a la seguridad

La preocupación de los gobiernos provinciales por el estado de las rutas nacionales va en aumento y, la llegada de las vacaciones estivales, que implica un incremento notable en el tránsito vehicular, le añade un argumento más a la inquietud, que no parece compartir el gobierno nacional, paradójicamente el responsable de realizar las obras y de mantenerlas.

La semana pasada, un periodista mendocino le consultó al vocero presidencial, Manuel Adorni, sobre el tema. La respuesta fue coherente con la escasa predisposición de la gestión nacional a atender la problemática. “En lo que respecta a la jurisdicción nacional, no tenemos ningún tipo de preocupación ni nada más para agregar”.

La asunción de Javier Milei como presidente significó una paralización casi total de la obra pública nacional. Los trabajos de mantenimiento de las rutas también decayeron como consecuencia de los recortes presupuestarios aplicados a la Dirección Nacional de Vialidad. Los caminos se deterioran permanentemente y, si no hay una estrategia de mantenimiento con financiamiento asegurado, los daños no se reparan adecuadamente y pueden convertirse en un factor adicional de riesgo vial.

Son varias las provincias que han solicitado, formal o a través de gestiones informales, que Nación les ceda competencia a las provincias para ese tipo de tareas, pero la respuesta hasta ahora ha sido negativa. Una de las más enfáticas ha sido Santa Fe, que ha tenido este año una siniestralidad alta en dos de las principales rutas nacionales, la 11 y la 34. En lo que va del año 60 personas perdieron la vida en esos corredores.

El ajuste a Vialidad también afecta a Catamarca. La provincia tiene aproximadamente 1.200 kilómetros de red, contando las rutas nacionales 38, 40, 60, 64 y 157. De esos 1.200, casi el 70% es conservado por administración, es decir, por equipos y trabajadores propios. El trabajo se viene realizando correctamente y con ventaja respecto de otras provincias porque el estado general de las rutas al comienzo de la gestión era mejor, pero el desgaste de los equipos es inevitable y hay carencias presupuestarias que más temprano que tarde afectarán esa prestación. Hay obras concesionadas a empresas a través de contratos firmados con anterioridad a la nueva gestión, en la 38 norte, en la 60 y en la 157, pero por el momento, por la decisión nacional de recortar el presupuesto a la obra pública, solo están realizando tareas de conservación, cuando estaban contemplados, por ejemplo, trabajos de repavimentación.

Otro inconveniente es que hasta el año pasado Vialidad tenía convenios con municipios que le permitía contratar trabajadores de las comunas por donde pasan las rutas a los efectos de que realicen trabajos básicos, como por ejemplo desmalezamiento de banquinas. Esos convenios fueron dados de baja. Son aproximadamente 50 trabajadores menos en tareas de mantenimiento.

Es imprescindible que se realicen las obras y trabajos de mantenimiento que mejoren las condiciones de las rutas. El recorte presupuestario es una amenaza a la seguridad y un factor potencial de aumento de la siniestralidad vial.

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