viernes, 20 de diciembre de 2024 14:41
En los próximos días el senado se vería envuelto en una nueva polémica vinculada a los públicos, aunque esta vez no por un hecho de presunta corrupción como el de Edgardo Kueider, sino porque las dietas de los legisladores podrían pasar de 4,5 millones a más de 9 millones de pesos.
En una escandalosa acción, el abril pasado, una mayoría considerable de senadores aprobó sin debate y a mano alzada un proyecto que actualizó las percepciones salariales (módulos) y empalmó la dieta a la paritaria de los trabajadores del Congreso.
De ese modo, cada ajuste salarial en beneficio de ese grupo se replicaría en los senadores.
La movida, apoyada transversalmente por todos los bloques, salvo contadas excepciones, fue suspendida por el propio cuerpo en agosto —momento en el que se activó la cláusula de ajuste por parte de los sindicatos que operan en la órbita del Poder Legislativo—, bajo la resolución 27/24 y hasta el 31 de diciembre este año.
El presidente del bloque PRO, Luis Juez, que votó contra el aumento en la dieta, señaló que «el vergonzoso e inexplicable mecanismo adoptado en el anterior aumento de dietas nos impide de cualquier manera ser acreedores de cualquier reajuste», según indicó.
Tanto el bloque libertario que conduce Ezequiel Atauche, como en la UCR, que preside Eduardo Vischi, no estaban en acción para prolongar la resolución 27/24, según especificaron fuentes de los despachos de esas bancadas.
Sin embargo, la fecha límite oficial en la que vence la resolución es el 31 de diciembre, los senadores tendrán, al menos, unas dos semanas en enero para reactivarla porque, de actualizarse la dieta, sería para cobrar a partir de febrero. Es decir, dispondrán de esos días hasta que las oficinas administrativas inicien la liquidación de los sueldos.