El ingreso del senador Flavio Fama al grupo proclive a aliarse con los libertarios abrió la pelea de posicionamiento entre lo que podría denominarse “radicalismo empelucado”. Es lógico: una eventual componenda con La Libertad Avanza implica negociar las candidaturas en desventaja.
La oposición renueva el año que viene diez bancas: ocho de la UCR, una del PRO y una del peronismo disidente. La pechadera para entrar en lugares expectantes en la nómina de los libertarios, que serán más mezquinos mientras mayor sea la influencia de Javier Milei en el electorado, será intensa.
El año pasado los libertarios metieron cinco escaños. Cierto es que Milei traccionaba desde la candidatura presidencial, pero de todos modos la proyección es a mejorar la performance. ¿Cuántos espacios estarán dispuestos a resignar en beneficio de su eventuales aliados?
Entre las bancas de la UCR está la de Silvana Carrizo, que pertenece a la línea de Fama. También termina Carlos Marsilli, del sector del diputado nacional Francisco Monti, que no termina de libertarizarse pero por ahí anda.
Sin embargo, el pionero del “radicalismo empelucado” es el diputado provincial Tiago Puente, que impulsa una alianza con la gente de Milei desde bastante antes de las elecciones. Tiene mandato hasta 2027, pero esgrimirá su derecho a colocar tropa propia en la oferta de La Libertad Avanza.
Anuncia su intención de dar pelea por la conducción de la UCR, después de haber ratificado al frente de la JR a Agostina Maza, una alfil suya que lo acompañó en la fundación de la línea interna “Generar”. Es el embrión del “tiaguismo”, al que se le podrá observar la flexibilidad doctrinaria, pero no el olfato y la vocación de poder.
En ese marco, Puente enfatiza sus intervenciones para sumar méritos y diferenciarse de otros correligionarios con aspiraciones. Agostina Maza le hace la segunda.
La flamante línea “Generar”, que es un desprendimiento del castillismo residual, es así la única que con absoluta claridad tiene entre sus objetivos la alianza con los libertarios, con un elemento adicional, que todavía se maneja con discreción: mantiene muy armónicas relaciones con la titular de la ANSES Regional Miryam Juárez, ex diputada nacional, que es la que corta el queso en la La Libertad Avanza catamarqueña y quiere volver al Congreso.
En este marco, Puente salió de inmediato a cruzar las objeciones del libertario disidente Javier Galán a la posibilidad de una alianza con la UCR.
“La única casta en Catamarca es la que lidera el trío Jalil-Saadi-Corpacci. No hay que confundirse, a ellos es a quienes hay que combatir. Que la oposición esté dividida es un juego que solo le sirve al kirchnerismo y un lujo que no podemos darnos quienes de verdad apostamos a un cambio”, le espetó.
En la misma línea antikirchnerista, ayer le tiró la bronca a Lucía Corpacci. “¿Qué pasa que no dijiste nada y estás tan callada con la detención ilegítima del gendarme catamarqueño? Vos que sos amiga y defensora de la dictadura de Nicolás Maduro podrías interceder por su liberación. ¿O la defensa de los derechos humanos en esta ocasión no la honrás?”, tuiteó.
Agostina Maza barajó las respuestas del corpaccismo, que le recriminó a Puente tratar de sacar rédito político del caso.
“Los únicos que se quedaron callados años respecto a la situación de Venezuela son los gobiernos que tanto defendés. Se esconden atrás de las banderas de los derechos humanos pero cuando tienen que actuar miran a los costados. Vamos, compañero, sean serios”, chicaneó al presidente de la JP, Hugo Aibar. “¿Por sí o por no, como presidente de la JP, te parece que Venezuela está bajo el régimen de un dictador?”, añadió. n