sábado, 30 de noviembre de 2024 01:49
Carlos “El Cayudo” Cazuza, para la tribuna “Cayudo”, que es el apodo que heredó de su padre, y para los amigos, Carlitos. Así, siendo 20 años mayor que nosotros, era Carlitos siempre.
De muy joven es considerado uno de los emblemas, vieja gloria de la vieja guardia, por así decirlo,
Junto con “El Turco Safe, con “Yareta” Salcedo, “Recreito” Sala, el “tucumano” Quevedo, Oliva, “Ayala”, Ramón Naranjo, Juan González, digamos, de la época de los años 60, fueron las glorias que conocían, en los primeros pasos del fútbol viniendo del AFA.
Muy joven, se enrola en Deportivo Unión, el equipo del regimiento ya desaparecido, juega tres años y a los 16, 17 años, debuta en primera, y a los 20 años viaja y se radica en Córdoba y allí juega seis años para el Club Talleres de Córdoba, cuando Talleres de Córdoba era uno de los grandes animadores del fútbol cordobés.
Por ese entonces no existían los torneos regionales y federales, después hubo nacional y metropolitano.
Carlos fue uno de los puntales del equipo de Talleres y jugaba junto a una gloria de Talleres y de Vélez Sarsfield como lo era Daniel Willington. Talleres tiene en sus vitrinas los trofeos y las fotos que aportó el fútbol de Carlos. Fue un jugador muy reconocido que dio varias vueltas olímpicas, y sobre todo tiene un partido memorable con “El Rey” Pelé, desde entonces, antes de los 70.
Bueno, cuando ya cumple un par de temporadas en Córdoba, vuelve a Catamarca y Willington se va a Vélez Sarsfield de Buenos Aires (donde se consagra como figura), y Carlos retorna a su pago para jugar en Vélez Sarsfield varias temporadas, en el lugar en que más títulos ganó en Catamarca y en que más goles hizo, porque Carlos jugaba de 8 o de 5.
Entonces jugó en Catamarca y era enrolado en todas las selecciones catamarqueñas, en ese entonces era lo más importante que había, jugar en la selección, porque eran torneos nacionales de selecciones. Luego jugó en Sarmiento, un fugaz paso por Defensores del Norte, y termina en el año 72 jugando en Policial.
Era muy visionario y un hombre totalmente consustanciado con el deporte lugareño, luego fue director técnico, dirigió Unión, dirigió a Ferro de Nueva Coneta y después a San Lorenzo de Alem. Era un hombre realmente apasionado por la disciplina. Te doy un ejemplo, el sábado iba a la Liga Chacarera y el domingo en la Liga Catamarqueña y no se perdía ningún partido.
Tenía una óptica tremenda para ver fútbol, los periodistas, me acuerdo cuando entraban a la cancha, les preguntaban cómo iba el partido y les describía el partido. Carlos dice que muchos periodistas llegaban tarde y les preguntaban cómo iba el partido, quién hizo el gol y todas esas cosas.
Recuerdo una vez, una experiencia personal, en el año 91, Vélez Sarsfield volvía a jugar los torneos regionales, jugaba con Independiente de San Antonio, y entró a la Liga Chacarera y Carlos me dice: “Mirá el 5 que tiene Independiente de San Antonio, es un bandeño que va a dar que hablar”. Me acerco a la mesa de control y pregunto quién era. Era Roberto Villacorta, para que te imagines la óptica para descubrir talento.
Y bueno, así pasó su vida, yendo a la cancha, fue también integrante en alguna oportunidad, del Tribunal de Disciplina de la Liga Chacarera. Y bueno, lo nostálgico, tuvo una familia que, como contaba recién sus hijas, que estaba muy cerca del Barrio los Ejidos, y yo me acuerdo la gran alegría que tuvo cuando su hija, que ahora la veo de grande, se fue a estudiar a Córdoba.
Me imagino desde la eternidad qué alegría habrá tenido Carlos cuando ella se recibió realmente.
Y vos sabes de que los nostálgicos que vamos seguidamente a la Liga, nos imaginamos al entrar por el pasillo de la platea, mirar hacia la derecha y en la segunda butaca de la segunda grada, ver a Carlos sentado. O en esas tertulias del bar hablando de fútbol, Carlos no se perdía uno.
Por eso, lo recordamos de esa forma. Me lo imagino a Carlos de la mano con la pelota, porque Carlos y la pelota eran la misma cosa.n