Héctor Romero (71), el camionero acusado por el homicidio de María Cash, se declaró inocente durante la audiencia de imputación llevada a cabo en Salta. “No le hice nada malo”, afirmó, insistiendo en que, de saber algo sobre su paradero, lo habría dicho. La declaración del sospechoso, que ocurrió luego de una serie de contradicciones en sus versiones previas, no convenció a la jueza del Juzgado Federal de Garantías N°2 Mariela Giménez, quien ordenó su prisión preventiva.
En la audiencia, que se extendió por dos horas, Romero quedó formalmente acusado de homicidio calificado por alevosía. Durante el proceso, el fiscal general Eduardo Villalba, a cargo de la investigación del caso, expuso las pruebas que señalan al camionero como principal sospechoso de la desaparición y muerte de la diseñadora, ocurrida el 8 de julio de 2011.
En el inicio de la indagatoria, Romero fue notificado de la acusación en su contra. Inicialmente, el camionero se negó a declarar, pero, tras escuchar las pruebas presentadas por la fiscalía, cambió de postura y solicitó hablar.
Entonces, su abogado pidió un cuarto intermedio para analizar las evidencias y, al retomar la sesión, Romero optó por intentar dar su versión de los hechos. Pero sus explicaciones no bastaron para despejar las dudas sobre su participación en el caso.
El camionero había dado tres versiones diferentes del encuentro con Cash a lo largo de los años. En un primer relato, ofrecido el 14 de julio de 2011, mencionó que había levantado a la diseñadora cerca de la rotonda de ingreso a General Güemes. Dijo que la trasladó hasta la finca “El Estanque”, sobre la ruta 9/34 que conduce al sur del país.
Dos semanas después, el 28 de julio del mismo año, modificó la versión afirmando que el encuentro ocurrió en el paraje Palomitas. Y en agosto de 2019, volvió a cambiar el lugar y aseguró que dejó a Cash en la gruta de la Difunta Correa, también sobre la misma ruta.
Durante la audiencia de ayer se limitó a defender su última versión insistiendo en que dejó a la diseñadora cerca de una gomería ubicada en la ruta 9/34.
Las inconsistencias en sus relatos se sumaron a otras contradicciones que surgieron durante el proceso. Romero no pudo explicar con claridad detalles sobre el aspecto físico de Cash, ni la ropa que llevaba puesta, y sus respuestas sobre lo que conversaron durante el trayecto fueron vagas.
Además, la jueza le preguntó sobre una declaración de su hermano, David Romero, quien había sugerido que si Héctor “se había mandado una macana, que se haga cargo”. Pero el camionero negó haber hablado del caso con su familia.
Al ser consultado sobre los retrasos en los viajes entre Salta y Joaquín V. González el día de la desaparición de María, el imputado explicó que su camión había sufrido desperfectos, sin aportar más detalles. Esta versión no pudo ser corroborada en las declaraciones de su entorno laboral.
Según las fuentes, luego se limitó a repetir una y otra vez que es “totalmente inocente”, que no le hizo “nada malo” a la diseñadora y que, si supiera algo de lo sucedido con ella, lo “diría”.
Así, a medida que Romero insistía en su inocencia, la jueza dio por cerrada la audiencia y determinó que el acusado debía seguir detenido bajo prisión preventiva.