Mientras se discute el proyecto de Presupuesto 2025 en el Congreso de la Nación, resulta interesante analizar la ejecución presupuestaria de lo que va de 2024, lo que permite comprender cuáles son los sectores que más se han visto perjudicados por el ajuste fiscal implementado por el gobierno libertario.
El dato general es que en el presente ejercicio la ejecución fue un 32% menor a la del año pasado. Las más perjudicadas son áreas sensibles, en las que el desfinanciamiento repercute negativamente en sectores de extrema vulnerabilidad. Por el contrario, se observan mayores gastos, siempre en la comparación interanual, en el área de Fuerzas Armadas, Secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE) o servicios de la deuda pública.
Un informe del CEPA (Centro de Economía Política) consigna que los mayores ajustes se dieron en el área de la salud pública: Superintendencia de Servicios de Salud (-65%), ANMAT (-21%), hospitales nacionales, el Instituto Nacional del Cáncer (-29%) y la Agencia Nacional de Discapacidad (-18%). En lo que respecta a partidas específicas, las caídas en Acceso a Medicamentos, Insumos y Tecnología Médica es del 52%, Respuesta al VIH, Infecciones de Transmisión Sexual, Hepatitis Virales, Tuberculosis y Lepra (-70%), Atención Sanitaria en el Territorio (-96%), y el Fortalecimiento del Sistema Público de Salud (-93%).
Otro sector muy afectado por la motosierra es el de la ciencia, donde se registran fuertes recortes, siempre según el trabajo del CEPA, en las partidas de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y otros organismos del sector como la CONAE, CONICET y CONEAU.
La Seguridad Social ha visto disminuir su ejecución presupuestaria notablemente. En la ANSES es del 18%, del 63% en el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y del 43% en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
Desarrollo social, que atiende a los sectores más empobrecidos, también padece los efectos del ajuste fiscal: el programa Potenciar Trabajo sufrió recortes del 86%, el programa de Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia del 79% y el de Comedores Comunitarios y Merenderos del 74%.
En materia de desarrollo productivo, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, tiene un recorte del 96%, mientras que la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo cae un 89%. Otros organismos como el INTA e INTI también tienen caídas en su ejecución presupuestaria.
Las caídas más impactantes en la ejecución presupuestaria se verifican en obra pública con disminuciones cercanas al 100% en programas como Apoyo para Infraestructura en Municipios, Obras de Seguridad en Rutas Nacionales, y Desarrollo de Infraestructura Hidráulica. Finalmente, también se observan recortes sin precedentes en programas que implican transferencias de fondos federales a las provincias, sobre todo en partidas no automáticas.
Como puede observarse, los sectores más perjudicados por el ajuste fiscal más grande de la historia no son los que integran «la casta», sino los más necesitados, los que promueven el desarrollo científico y productivo, los jubilados y pensionados, y los habitantes de las provincias, que disponen de menores recursos y se ven privados de obras que mejoren en general su calidad de vida.n