jueves, 21 de noviembre de 2024 14:00
Hace mucho tiempo Benjamín Vicuña llegó a la Argentina con la esperanza de triunfar en la actuación. Sin embargo, sus primeros meses no fueron para nada como esperaba.
Según relató en La Noche Perfecta, intentó hacerse amigo de todo mundo, pero lamentablemente las diferencias culturales causaron el efecto contrario y lo dejaron solo.
Siempre que iba a ver un compañero a una hora de teatro, le decía que la puntuación que él le ponía era un siete, el número máximo que se utiliza en Chile. El cual claramente es diferente en Argentina en donde se usa el 10.
“Yo vine acá, a este país, humildemente, con una maletita de ilusiones y sueños. Mis compañeros me invitaban al teatro: ‘che, venime a ver el fin de semana’. Y yo iba, por supuesto, con mucha gana”, comenzó Benjamín.
Y agregó: “Yo aplaudía de pie y luego pedía, porque quería hacerme amigo de mis compañeritos, bajar a camarines a saludar. ‘Chicos, ¿qué tal? ¿Todo bien? Hermosa la obra, loco, se pasaron… ¿La verdad? ¡Un 7!’”.
“Yo veía que las caras de mis compañeritos y compañeritas se transformaban. ‘Boludo, un 7, no los molesto más, gracias’ y bomba de humo. En mi país, un 7 es lo máximo que uno puede aspirar”, sumó.
Por otra parte, remarcó que dijo estas cosas algunas veces más, hasta que al fin se dio cuenta. “Una, dos, tres veces, hasta que me di cuenta. Nadie me invitaba más”, sostuvo Vicuña.
“Hasta que me enteré de que acá la puntuación máxima es el 10, entonces me di cuenta con el tiempo que me miraban con una cara de amargo, pretencioso”, cerró el actor chileno.