De paso por Catamarca, Pablo Germán Wendebourg, exjugador del Club Atlético Montmartre, recibió un reconocimiento a su trayectoria en el básquetbol y especialmente en la entidad donde hizo los primeros pasos de su carrera grande.
El exjugador concurrió este lunes al nuevo estadio de Montmartre para presenciar el partido entre el local y Estudiantes de Tucumán. Para su sorpresa, apenas lo vieron en la platea los dirigentes del club improvisaron un homenaje: le regalaron una camiseta y hubo emotivas palabras de reconocimiento de uno y otro lado.
“Muchas gracias al @clubatleticomontmartre por el reconocimiento. Me formó como jugador de básquet en mis inicios allá lejos y hace tiempo en la cancha de Colón y Ocampo. Hoy pude ver y disfrutar de su nuevo y hermoso estadio. Felicitaciones a su gente y dirigentes. ¡¡¡Siempre en mi corazón CUERVO querido!!!”, escribió Wendebourg en su cuenta de Instagram.
“El Alemán”, como lo llamaban sus compañeros, participó en la Liga Nacional desde su primera edición. Debutó en la Asociación Española (Córdoba), integró la Selección Argentina juvenil en el Mundial de Colombia junto a jugadores de la talla de Marcelo Milanesio y Héctor Campana; pasó por San Martín de Marcos Juárez, Olimpia de Venado Tuerto y de allí a Pico F. Club (La Pampa), donde fue llevado por el entrenador Roberto Germanetto, el mismo que lo formó como profesional.
Luego de dos temporadas seguidas en Pico, “El Alemán” hizo un paréntesis para jugar en Villa Angela de Chaco, y posteriormente regresó a Pico donde se radicó definitivamente y formó su familia.
Wendebourg nació en Catamarca hace 59 años y estudió en la escuela Fray Mamerto Esquiú, donde fue abanderado. Luego fue a Córdoba, donde se recibió como analista en sistemas en 1989, a la par que competía en la Liga Nacional.
En 2018, el suplemento deportivo del diario La Voz incluyó al catamarqueño entre los 100 mejores jugadores de la historia de la Liga Nacional de básquet.
Lo describió en estos términos: “Cabellera rubia, pantorrillas generosas y un corazón enorme. Nació varios siglos después, pero tenía todo para ser un vikingo. Un guerrero dispuesto a dar todo lo que sea necesario en favor de su equipo: puntos, defensa, rebotes, entrega, liderazgo”.