Los sueldos terminarían 2024 apenas por encima de la inflación acumulada, situación que no se da desde hace más de cinco años, en el que perdieron la carrera contra el índice de precios. Así se desprende de sondeos privados recientes, que anticipan este cambio de tendencia especialmente en puestos ejecutivos.
El último monitoreo de ajustes salariales de PwC Argentina en base a 140 organizaciones arroja que los incrementos alcanzaron un promedio del 135,6% entre enero y octubre para personal fuera de convenio, comparado con una inflación proyectada para este año del 133% por las empresas participantes de la encuesta y respecto del 107% que registró el IPC en los primeros 10 meses, como informó el Indec.
“La estimación de ajustes salariales se modifica a medida que las organizaciones actualizan las proyecciones. La última sitúa los incrementos para 2024 en 135,6%, cifra alineada a la inflación prevista por las empresas, aunque ligeramente superior”, comentó Damián Vázquez, socio líder de Management Consulting de PwC Argentina.
GhidiniRodil estima que 2024 concluirá con un ajuste promedio salarial del 131% y una inflación en el orden del 124%. “Luego de seis años en donde la inflación superó a los salarios, las proyecciones indicarían que por primera vez los salarios fuera de convenio promedio terminarían por encima”, analizó Matias Ghidini, CEO de la consultora.
Así las cosas, pese a la recuperación con la que cerrarían el año, los salarios formales no llegan a recomponer la pérdida de poder adquisitivo, especialmente por el aumento de costos en rubros como salud, educación, vivienda y servicios públicos, que engrosan los gastos de los hogares. Por caso, según las cifras oficiales, la inflación del mes pasado fue de 2,7% −la más baja desde noviembre de 2021−, pero los gastos de vivienda, agua, luz, gas y otros servicios crecieron un 5,4%; la salud, un 3,6%; y la educación, un 3,5%.
Aunque todavía son pocas las compañías que tienen cerrado el presupuesto de ajustes salariales para 2025 (solamente un 16%), los primeros datos adelantan los aumentos planificados para el año próximo: prevén un 48% de suba promedio, considerando un cálculo de inflación del 51% anual, de acuerdo al informe de PwC.
“Las empresas prevén una suba de 55% para el personal fuera de convenio para 2025 sobre una base de inflación estimada del 50%. Si bien es apresurado hacer proyecciones, si se cumplen los pronósticos, 2025 podría ser el segundo año donde los salarios le ganen a la inflación”, deslizó Ghidini.
Menos aumentos y más espaciados
El escenario previsto se da teniendo en cuenta que el mercado laboral acomoda las proyecciones salariales a las expectativas de inflación, por lo que las empresas siguen recortando los aumentos que piensan darles a los empleados en lo que resta de 2024 y de cara al año próximo.
Los resultados también muestran una tendencia a espaciar los aumentos, situación que se viene dando desde aproximadamente mayo, como producto de la desaceleración de la inflación. Actualmente, la mayoría realiza ajustes de manera trimestral (en el caso del 43% de las firmas encuestadas), mientras que solo un 20% hace ajustes mensuales.
«Frente a la baja de la inflación, las empresas revisan y modifican sus presupuestos salariales, alineándolos a este cambio así como a la reacción de la competencia. A inicios de año, las previsiones de ajustes acumulados para personal fuera de convenio eran del 180% o 190%. Ahora ya están cerca del 130% o 140% y probablemente bajen algunos puntos más en las semanas que restan de 2024. Con esto, también reducen la cantidad de ajustes: a principios de 2024, preveían hacer seis o más en el año, y ahora son cuatro», coincidió Marcela Angeli, directora de Work & Rewards de WTW, en el marco del Seminario Anual sobre Tendencias de Compensaciones y Beneficios que llevó a cabo la firma.
La pregunta que se hace el mercado laboral es cuánto más se recortarán los presupuestos aprobados para lo que queda del año y los planificados de forma incipiente para el próximo. Adelantan que la respuesta dependerá, además de la inflación, de las medidas económicas que tome el Gobierno y de cuánto podrá pagar cada sector, en relación a su situación financiera y la evolución de sus ventas.