La sesión especial solicitada por la oposición en la Cámara de Diputados fracasó por falta de quórum, un resultado celebrado en la Casa Rosada, que operó intensamente para evitar que la convocatoria prosperara. Este desenlace marcó un triunfo estratégico para el oficialismo, gracias, en gran parte, a la confirmación de que ciertos diputados de Unión por la Patria (UP) no se presentarían para dar quórum.
Uno de los factores determinantes en este fracaso fue la influencia directa de los gobernadores sobre algunos legisladores. En el caso de Catamarca, los cuatro diputados que responden al gobernador Raúl Jalil (Fernanda Ávila, Silvana Ginocchio, Dante López Rodríguez y Sebastián Nóblega) fueron clave en el desenlace ya que no iban a asistir a la sesión, lo que impidió que la oposición lograra el número necesario para sesionar. A estos diputados catamarqueños se sumaron dos de Santiago del Estero, alineados con Gerardo Zamora; la neuquina Tanya Bertoldi; y los mendocinos Adolfo Bermejo y Liliana Paponet, todos de UP.
El temario de la sesión incluía temas sensibles, como la reforma de la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que busca limitar el poder del presidente para gobernar mediante esta herramienta, y el rechazo al decreto 846, que autoriza al Poder Ejecutivo a canjear deuda sin aprobación del Congreso.
Ante la presión de la Casa Rosada, que utilizó el proyecto de Presupuesto como herramienta de negociación, varios gobernadores decidieron asegurar su apoyo al Gobierno nacional, influyendo en sus legisladores para que no dieran quórum. La amenaza de no aprobar el presupuesto 2025 y, por ende, de afectar fondos para obras en las provincias, resultó eficaz para convencer a los mandatarios provinciales.
La ausencia de estos diputados significó un revés para la oposición, que debió postergar sus planes. A través de un comunicado, los bloques de UP y Encuentro Federal explicaron que se acordó reprogramar la sesión para el jueves 21 de noviembre, cuando la comisión de Presupuesto y Hacienda se vuelva a reunir. Esta decisión busca mantener en agenda el tratamiento del presupuesto, con la esperanza de lograr consensos en los días previos.