Los niveles de violencia contra la infancia en zonas y contextos de conflicto se disparó en 2023 hasta niveles sin precedentes, según un informe de la ONG Save the Children que documenta más de 31.700 casos y que refleja que unos 473 millones de menores, el 19 por ciento del total, vivieron en zonas de guerra.
El año 2023 se cerró con una media diaria de 86 delitos contra la infancia, entre los que figuran 31 niños asesinados o mutilados cada 24 horas. En total, la ONG ha registrado más de 11.300 casos de asesinatos o mutilaciones, un 31 por ciento más que en 2022, mientras que las denegaciones del acceso humanitario superaron las 5.100, once veces más que una década atrás.
Los Territorios Palestinos son uno de los principales focos de violencia para la infancia, al albor de una escalada que ha seguido disparándose en 2024. En 2023, se verificaron más de 8.400 violaciones graves, un 170 por ciento más que el ejercicio precedente, lo que le convierte en el lugar más peligroso del mundo para los niños.
Le siguen República Democrática del Congo, con unos 3.800, y Somalia, con cerca de 2.300, si bien el mayor aumento lo ha registrado Sudán, que ha pasado en apelas un año de 317 casos a más de 1.700, fruto del estallido del conflicto entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
La violencia implica gastos de 19,1 billones de dólares (17,5 billones de euros), mientras que el déficit de inversiones en paz y prevención de conflictos, tal como establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, asciende a los 4 billones de dólares (unos 3,7 billones de euros), según las conclusiones del informe. En el lado contrario, el gasto militar mundial aumentó hasta los 2,4 billones de dólares (2,2 billones de euros).
La directora ejecutiva de Save the Children, Inger Ashing, ha afirmado que este «devastador» estudio «no deja lugar a dudas» y evidencia que «el mundo se está volviendo más peligroso para los niños y niñas». En este sentido, ha advertido de las «devastadoras consecuencias» de aumentar el gasto militar mientras se recorta en prevención de conflictos.