sábado, 23 noviembre, 2024
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La economía de los colectivos: vienen cambios para la rentabilidad de las empresas

El Gobierno cambió esta semana la forma en que distribuirá los subsidios al transporte público automotor entre las 153 empresas de colectivos de jurisdicción nacional, que son las que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y otras que cruzan provincias.

La modificación, plasmada en la resolución 45/2024 de la Secretaría de Transporte, apunta a redireccionar la ayuda del Estado nacional, teniendo en cuenta la resolución 89/2017 de la Auditoría General de la Nación (AGN), que recomendó hace siete años subsidiar a la demanda del servicio, en lugar de la oferta.

Es decir, vincular el gasto público en transporte con su uso efectivo, aprovechando los datos del Sistema Único de Boleto Integrado (SUBE) para liquidar las compensaciones tarifarias.

Esto no implicará cambios para los pasajeros, que seguirán pagando lo mismo de manera directa mediante las tarifas (el boleto) y mantendrá el mismo nivel de subsidios, por ahora. El nuevo esquema solo impactará en la rentabilidad de las empresas.

Hasta el momento se asignaban cupos de gasoil por kilómetros recorridos, lo que alentaba la circulación de coches vacíos. Según denunciaron distintas empresas en documentos a los que accedió Clarín, el grupo DOTA ganó participación del 25% al 30% en el cupo de gasoil, lo que habría generado una ganancia de 26,8 millones de dólares durante los últimos tres años, en detrimento del resto de las compañías -pues el dinero otorgado por el Estado era el mismo-.

«La nueva medida perjudica a las líneas malas o de pocos pasajeros. Es algo esperado y aceptado por todas las cámaras y también viene a corregir la maniobra que estaba haciendo DOTA con el cupo de gasoil», contó una fuente en off the record.

Tarifas y subsidios a los colectivos en AMBA

La resolución oficial busca ordenar un mercado que se ve resentido tras largos años de congelamientos de tarifas o que el boleto estuviera muy lejos de reflejar los costos de la prestación del servicio.

En septiembre, el pasaje mínimo en las 387 líneas que recorren la Ciudad y el Gran Buenos Aires (GBA) costó $ 317,13, valor que se mantiene hasta la actualidad. El Estado nacional puso la diferencia hasta los $ 880, que es la «tarifa técnica» reconocida, lo que representa una recaudación para las empresas de colectivos de $ 228.469,95 millones por mes.

El índice bondi del mes de septiembre 2024 refleja que el costo real del boleto fue de $1322,8; observándose un desfasaje del 33% respecto a los costos reconocidos por el Estado ($886 boleto + Subsidio).

El índice se construye en base a precios de mercado y refleja el ingreso… pic.twitter.com/CJoYR0oDT9

— aaeta (@aaeta_arg) October 14, 2024

Sin embargo, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), en la que pesa el grupo Metropol -el segundo más grande en el AMBA, solo detrás de DOTA-, el costo «real» sin contar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es de $ 1.197,08 por cada uno de los casi 10 millones de pasajeros que viajan cada día hábil. O sea, un costo mensual de $ 278.205,65 millones.

La diferencia entre lo reconocido y lo «real» -según publica la AAETA en su «Índice Bondi»- es de $ 49.735,71 millones por mes, que es el dinero que «se pierde» en la calidad del servicio, expresada en cantidad de unidades que salen a la calle, la renovación de los 18.505 coches, las frecuencias y la seguridad.

El Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet calculó, por su lado, que el costo es de $ 1.228 sin IVA -o de $ 1.357 con una alícuota de 10,5% de IVA-, pero el precio reconocido por el Tesoro nacional es de $ 927. «De esto se desprende la existencia de una brecha del 32% entre ambos valores», observaron sus analistas.

Durante los primeros nueve meses del 2024, las transferencias al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT) -por donde se canalizan los subsidios a los colectivos del AMBA y otros interprovinciales- acumularon $ 756.149 millones, un 31% real -sin efecto de la inflación- menos que entre enero y septiembre del 2023. A fin de año, será el equivalente a un 0,2% del Producto Interno Bruto (PIB).

Eso obedece al efecto de los aumentos de tarifas, que sumaron 601% en términos nominales -se multiplicaron por 7-, de acuerdo a los datos del IIEP.

Los datos actualizados a la primera semana de noviembre de Presupuesto Abierto muestran que esos subsidios al AMBA ya llegan a $ 763.521,37 millones, de los cuales efectivamente se pagaron $ 698.676,47 millones.

No obstante, la AAETA estimó para octubre que la recaudación, entre tarifas y subsidios de la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires cayó un 20% interanual en términos reales.

Menos frecuencias en el transporte público

Con todo, el sistema del AMBA se ve menguado y hay quejas de los usuarios por las demoras entre cada servicio; en días no hábiles (sábados, domingos y feriados) puede haber una diferencia de más de 45 minutos entre cada coche, incluso en líneas que siempre tuvieron buenas frecuencias.

Los registros exhiben que el mes pasado hubo una caída de 15% interanual en la cantidad de pasajeros transportados los días sábados y feriados; de 7% los días hábiles; y un salto del 5% los domingos.

Los kilómetros recorridos, que son una buena medida para contrastar con las frecuencias, bajaron en todos los casos: 2% los días hábiles; 5% los feriados; 10% los domingos; y 15% los sábados.

En tanto, los coches en circulación marcaron una suba de 1% en todos los casos menos los sábados, donde retrocedieron 12%. El promedio de coches que salen los días hábiles llega a 16.773, que significa el 90,6% del parque.

El AMBA es la segunda jurisdicción con el pasaje de colectivos más barato del país, solo por detrás de La Rioja ($ 300). En el otro extremo está Pinamar, donde cuesta $ 1591. La tarifa media ponderada de todo el país está en $ 918.

El boleto integrado -red SUBE-, que permite combinar viajes en un lapso de 2 horas entre colectivos, trenes y subtes con descuentos de entre 50% y 75%, lo sigue sosteniendo la Nación y la Ciudad, pero la provincia de Buenos Aires desde septiembre ya no aporta más, lo que le generó un ahorro de entre $ 6.000 y $ 6.500 millones por mes.

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