«Nuestro desafío es alcanzar el biotipo del jugador europeo y competir de igual a igual. Esto requiere muchos años de trabajo y un proyecto federal que fomente el desarrollo desde las categorías formativas», dice Rodolfo Jung, flamante entrenador del seleccionado argentino masculino de handball, Los Gladiadores, en este diálogo excvlusivo con Página 12 en el que, además, reconoce que el representativo nacional «está en un proceso de renovación»
Jung, de 52 años y que disputó dos Juegos Panamericanos como jugador (Winnipeg 1999 y Santo Domingo 2003), participó en el Mundial Sub-21 de Egipto en 1993 y en el primer Mundial de las selección mayor de Argentina –en la que jugó 102 partidos entre 1994 y 2003– en 1997, en Kumamoto, Japón. Además, compitió en el Mundial de Francia 2001 y en el de Portugal 2003.
En su nueva función es acompañdo por un cuerpo técnico integrado por Cristian Campos (entrenador asistente); Martín Souto Cueto (ayudante y analista de video); Sebastián Larlus (preparador físico); Fernando Taubadella (médico) y Luciana Paduano (nutricionista). En su trayectoria como entrenador, Jung logró dos campeonatos nacionales masculinos de adultos con Colegio Ward y además conquistó, con Juventud Unida, Mariano Acosta y Nuestra Señora de Luján, diez ascensos.
Hace unos días anunció una nómina de 23 deportistas en la etapa de preparación de cara a la gira previa al Mundial: Lucas Aizen; Santiago Barceló; Mauricio Basualdo; Ramiro Benacedo, Nicolás Bono, Facundo Cangiani, Tomás, Cañete, Guillermo Fischer, Santiago Giovagnola, Juan Gull, Martín Jung, Leonel Maciel, Pedro Martínez, Ramiro Martínez. Y, Tomás Mendieta, Pablo Minguez, Lucas Moscariello, Andrés Moyano, Lautaro Robledo, Diego Simonet, Pablo Simonet, Agustín Vega y Juan Villarreal.
–En una entrevista con DeporTV prometió que iba «a trabajar, trabajar y trabajar con el objetivo de acercarnos a las potencias, que hoy están lejos», ¿cuán lejos, por qué y cuánto tiempo estima que demandará acercárseles?
–Estamos en un proceso de renovación, en el que contamos con jugadores que tienen poca o ninguna experiencia internacional. Nuestro objetivo es prepararlos a lo largo de dos ciclos olímpicos, con el fin de acercarnos a las potencias del handball mundial, a través de trabajo arduo, humildad y profesionalismo.
–“Vamos a buscar jugadores con envergadura porque ese es el biotipo que necesitamos…» ¿Puede ampliar esa definición y a qué apunta?
–Quienes seguimos el handball internacional y las competiciones de élite sabemos que hoy en día los jugadores son atletas que, además, juegan al handball. Nuestro desafío es alcanzar el biotipo del jugador europeo y competir de igual a igual. Esto requiere muchos años de trabajo y un proyecto federal que fomente el desarrollo desde las categorías formativas.
–El mejor puesto de Argentina en un Mundial de mayores fue undécimo en Egipto 2021. En enero y febrero se disputará el torneo ecuménico en Croacia, Dinamarca y Noruega. ¿Irá con el objetivo de mejorar ese puesto o con otros objetivos?
–El objetivo es dar rodaje a los jugadores jóvenes que tienen poca experiencia internacional, apuntando a conseguir el mejor puesto posible, conscientes de que estamos en un proceso de construcción.
–Le pido un concepto de los rivales de Argentina en el Mundial: Egipto, Croacia y Bahrein.
–Egipto es un equipo muy fuerte, con jugadores de gran envergadura y un uno contra uno muy sólido. Seguramente su objetivo será pelear por el campeonato mundial. Croacia es una nación histórica en este deporte, con experiencia en ganar mundiales y competir en los puestos de élite. Ya han pasado por su proceso de recambio y, como anfitriones del torneo, aspiran a lo más alto. Por otro lado, Bahrein es un rival directo, con jugadores físicamente muy fuertes y con experiencia en ligas europeas de alto nivel.
–¿Cómo define a Diego Simonet y qué representa para el handball nacional?
–Diego es un referente y embajador del handball argentino. Lleva 15 años jugando en la élite de este deporte, y su presencia es fundamental en esta etapa de transición, aportando su experiencia a los más jóvenes dentro de la selección.
–Los Gladiadores se clasificaron cuatro veces consecutivas a los Juegos Olímpicos y son los últimos campeones panamericanos al derrotar a Brasil en la final del año pasado. ¿Le preocupa que la vara esté tan alta?
–No estamos preocupados, estamos enfocados en trabajar, mejorar y formar un equipo competitivo a futuro.
–Cuando fue convocado para que sea el nuevo entrenador del seleccionado, ¿qué le pidieron o exigieron las autoridades de la Confederación?
–Me pidieron que presentara un proyecto, y todos estamos alineados en el objetivo de crear una selección competitiva a largo plazo.
–¿Cómo califica el trabajo que hizo su antecesor Guillermo Milano?
–Estoy completamente enfocado en este proceso actual y prefiero no opinar sobre el proceso anterior.
–¿Qué representa este desafío para el que admitió que se preparó durante 30 años?
–Dirigir la selección mayor de nuestro país es lo máximo, un verdadero orgullo. Me he preparado durante años para este momento, y espero dejar a la selección lo más alto posible a nivel mundial, siempre con trabajo y humildad.