El Gobierno afrontará esta semana el vencimiento de intereses de US$ 800 millones con el Fondo Monetario Internacional. Se trata del último pago del del año con el organismo, que será cancelado con recursos propios ante la demora en la liberación de un desembolso pendiente de US$ 532 millones desde Washington, en un contexto donde el Banco Central mantiene una posición negativa en reservas en torno a los US$ 5.000 millones.
La cancelación del compromiso de deuda, que estaba previsto para el 1 de noviembre, se efectuará sin la reducción en los sobrecargos aprobada por el FMI, que se aplicará para los pagos de 2025, cuando vencen US$ 3.300 millones. Y llegará después del pago del jueves pasado de US$ 200 millones de un vencimiento de capital del bopreal, el bono que usan las empresas para cancelar deuda en dólares por importaciones con proveedores.
«De acuerdo con estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, la reducción de los sobrecargos generará un ahorro de aproximadamente USD 2.265 millones, cifra similar a nuestra proyección del 16 de octubre y considerablemente menor a la estimación inicial del secretario de Finanzas, Pablo Quirno (USD 3.200 millones)», señaló la consultora LCG.
El Gobierno tiene pendiente la aprobación de las últimas dos auditorías correspondientes al segundo y tercer trimestre del año, en las que el FMI evalúa las metas fiscales, monetarias y de reservas. La primera preveía el desembolso de US$ 532 millones el 10 de agosto y la segunda el giro de US$ 550 millones a partir del 10 de noviembre, un monto que en total compensa el último pago de intereses.
Pero el envío de fondos se fue postergando al calor de las negociaciones en las que el Gobierno busca iniciar un nuevo programa con fondos frescos y el organismo se resiste a autorizarlo antes de que se definan las elecciones en Estados Unidos, que se celebrarán el martes próximo, a la vez que exige condiciones a la Argentina, como el levantamiento del cepo y la flexibilización del tipo de cambio.
«El financiamiento con el Fondo es una opcionalidad a favor que podría acelerar proceso si se llega a hacer nuevo acuerdo que podría recapitalizar al Banco Central con la condición de no generar tensión cambiaria, de tasas e inflacionaria», dijo el viernes el asesor del Ministerio de Economía, Federico Furiase, durante una entrevista con Neura donde ratificó que la salida del cepo «no tiene fecha».
Las reservas brutas del Banco Central cayeron el jueves US$1.262 millones desde US$ 29.879 millones por el pago del bopreal, una baja estacional de encajes y la caída de la cotización de monedas y oro. Sin embargo, los movimientos se vieron compensados el viernes con el incremento de las reservas en US$ 1.200 millones para alcanzar un stock de US$ 29.800 millones, gracias a las compras récord de reservas en octubre.
«De todas formas, si bien es innegable que la situación haya mejorado, los fundamentos macro no han cambiado sustancialmente; en particular, en lo que hace al frente cambiario. Las compras récord del BCRA no se tradujeron en una recomposición de reservas: las brutas crecieron US$ 1.445 millones, pero por el aumento en los encajes; en consecuencia, las netas prácticamente no variaron», señaló la consultora Invecq.
En ese marco, PPI estima que tanto las reservas brutas y netas caerán esta semana alrededor de US$ 770 millones por el pago trimestral de intereses con el FMI. «Asimismo, podríamos ver una baja adicional tanto en las reservas netas como en la liquidez de concretarse la compra del Tesoro al BCRA por US$2.700 millones para asegurar el pago de capital de los Globales y Bonares de enero«, señaló la sociedad de bolsa.