Si estás preparando una cena romántica o vas a un restaurante para el Día de San Valentín, seguramente en el menú no faltarán ostras, espárragos y chocolate, alimentos supuestamente afrodisíacos, o al menos con mucha prensa por sus poderes para aumentar el deseo.
Pero la lista no termina ahí: hay otros, no tan populares pero sí muy comunes en las huertas argentinas que también pueden mejorar el humor romántico.
El término afrodisíaco proviene de Afrodita, la diosa griega del amor y la pasión. Egipcios, romanos, griegos e indios buscaban alimentos que pudieran mejorar la libido y la satisfacción sexual.
La definición de afrodisíacos es algo así como aquellos alimentos o bebidas que despiertan el instinto y la potencia sexual, aumentan el placer y el deseo y mejoran el rendimiento.
¿Funcionan o no?
Pero, ¿lo que comemos puede realmente mejorar nuestra vida amorosa? La evidencia que respalda los alimentos afrodisíacos es muy limitada.
Sin embargo, es posible que ciertos nutrientes tengan un efecto fisiológico que afecte la función sexual. Por ejemplo, sabemos que algunas vitaminas, minerales y antioxidantes pueden afectar el flujo sanguíneo y la circulación, el control de la presión arterial, el control del azúcar en sangre y la deficiencia de nutrientes. Por lo tanto, en teoría, estos nutrientes podrían influir en los niveles de deseo o mejorar las funciones.
El higo es un árbol de follaje caduco y porte más bien chico, llega a medir 6 o 7 m de altura. Tiene ramas gruesas y hojas lobuladas, grandes y ásperas. Las yemas fructíferas forman las inflorescencias, que son receptáculos gruesos, con una parte interna cubierta de flores unisexuales. Pueden ser higos o brevas. Las brevas son los higos que no consiguieron madurar en el otoño y permanecen en el árbol todo el invierno, hasta que la primavera ofrece las condiciones para la maduración; son mucho menos en cantidad, pero mucho más dulces.
Cultivo: Es muy rústico, soporta algo de frío y se adapta a terrenos secos y pedregosos. No requiere demasiados cuidados. En cuanto a la poda, como se recomienda para la mayoría de los frutales: en los primeros años, una poda de formación hasta que empiece a dar frutos; y luego solo de limpieza. Lo mejor es podar a fin del invierno, antes de que comience la brotación.
El granado es un arbusto caduco -en zonas cálidas puede no perder el follaje-, de unos 5 m de altura que toma un interesante color amarillo otoñal. Sus flores son de un naranja fuerte, en primavera. Los frutos maduran a fin de verano, otoño.
Cultivo: Es una planta de fácil cultivo que no requiere cuidados especiales. Se adapta a todo tipo de suelos y no es exigente en cuanto a climas y heladas. Se da bien en zonas subtropicales y también en las templadas. Soporta sequías y heladas. La poda se realizará solo para mantener la forma de la planta, cuando sea necesario. Se puede propagar por estacas.