Javier Milei anunciará este lunes a las 21 por cadena nacional el superávit fiscal y financiero alcanzado en el primer trimestre del año, dando por cumplida una de las principales metas con el Fondo Monetario Internacional. De esa manera, buscará presentar como un éxito el fuerte ajuste de las cuentas públicas en los primeros 120 días de su gestión, en vísperas de la primera marcha universitaria a nivel nacional en rechazo al recorte del presupuesto educativo.
El Presidente lo anticipó en su discurso de cierre en el Foro Llao Llao ante empresarios en Bariloche, donde aseguró que “el primer trimestre del año terminó con resultado financiero positivo”. “Vamos a estar haciendo una cadena nacional donde además vamos a estar anunciando los números fiscales”, aseguró, mientras el FMI anunciaba la virtual aprobación de la octava revisión del programa desde Washington, donde se encontraba Luis Caputo.
Fue el director del Hemisferio Occidental del organismo, Rodrigo Valdés, quien aseguró que el plan de Milei había funcionado “mejor de lo que habíamos previsto” y señaló que se registraba “el primer superávit fiscal que hemos visto en 10 años». También destacó la acumulación de las reservas en forma «firme», la mejora del balance del Banco Central y la inflación, que si bien «sigue siendo alta, se está reduciendo más rápido de lo anticipado”.
El Gobierno apuesta a mostrar que las medidas de shock permitieron alcanzar por primera vez desde el 2008 los «superávit gemelos» que supo tener Néstor Kirchner. Esto es el superávit primario (mayores ingresos que gastos) y financiero (incluyendo el pago de intereses de deuda) en las cuentas públicas, y el superávit de la balanza comercial, que en marzo acumuló un saldo de US$ 2.000 millones gracias a la caída de las importaciones.
En el frente fiscal, el resultado primario fue de $ 3,2 billones en el primer bimestre (0,5% del PBI), por encima del objetivo acordado con el Fondo de un superávit primario de $ 962.000 millones en el primer trimestre. Caputo compensó la caída de la recaudación con un fuerte recorte del gasto, un tercio del cual se explicó por la licuación de las jubilaciones, seguido por el freno de la obra pública y la postergación de pagos.
Las cuentas se vieron favorecidas por el aumento de la denominada deuda flotante, gastos de la administración central pendientes de pago que se elevaron a $ 1,6 billones en los primeros dos meses (el 50% del superávit primario). No es el caso de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), a la cual directamente no le transfirieron fondos para pagarle a las generadoras, del mismo modo que tampoco se ejecutaron pagos del Plan Gas.
De esa forma, se siguen acumulando reclamos de las compañías energéticas por una deuda de US$ 2.200 millones, mientras el Gobierno evalúa pagarles con un bono y extender los plazos. Esa medida tendría impacto a nivel fiscal, ya que Cammesa no está dentro del sector público no financiero y evitaría que el atraso en los pagos queden reflejados en el déficit de caja en los próximos meses. Desde abril, además, se sumaría la quita de subsidios por la suba de tarifas.
Lacha querido, la política es un negocio para muchos, no un servicio público.
El berrinche es el mismo que el de otros sectores que ven afectado “su negocio”.
Todo lo que dice el Presidente es cierto. La gente es prioridad mil para algunos políticos. El Estado son todas… https://t.co/UhT5k4RVTc— totocaputo (@LuisCaputoAR) April 21, 2024
La motosierra también impactó sobre las transferencias a las universidades, una partida que cayó un 30% en términos reales en el primer bimestre (un ahorro de $ 121.000 millones) y que puso en pie de guerra a las casas de estudio de todo el país. «El berrinche es el mismo que el de otros sectores que ven afectado “su negocio”», dijo Caputo este domingo en la red social X en referencia a la marcha universitaria convocada para este martes.
Tal como anticipó Clarín, el equipo del ministro anunció el miércoles que había logrado resultados «espectaculares» en todas las metas con el Fondo -incluida la fiscal- antes de partir a Washington. Allí, Caputo aseguró que llegará al déficit cero «con o sin las provincias», ratificó el recorte de los fondos discrecionales y un ajuste en los subsidios del 2% del PBI, a la vez que proyectó que las jubilaciones cerrarán el año en línea con la inflación, si esta sigue bajando.
Para los próximos meses, el Gobierno espera el ingreso de más recursos con la aprobación del nuevo paquete fiscal y la Ley Bases enviados al Congreso la semana pasada antes de que estallara el conflicto por la suba de sueldos en el Senado. Todavía hay discusiones por el aumento del impuesto a las Ganancias, la posible eliminación de los fondos fiduciarios, el impuesto al tabaco y la derogación de la moratoria previsional.