Quimsa es otra vez campeón de América y Santiago del Estero está de fiesta. Y lo logró nada más y nada menos que contra Flamengo, el mejor equipo de la Basketball Champions Leagues Américas hasta que se cruzó con, justamente, la Fusión. Con una soberbia actuación colectiva y un Brandon Robinson descomunal que se apoderó del premio de MVP -jugador más valioso-, el conjunto de Leandro Ramella derrotó este domingo por la noche al Mengão en la final por 92 a 80 en su estadio Ciudad y logró su segundo título para estirar un presente inmejorable en el que también ostenta las coronas de la Liga Nacional, de la Supercopa y el Súper 20 en la Argentina.
La conquista tiene muchas similitudes con la de la edición 2019/20 del torneo, la primera desde que se comenzó a disputar en reemplazo de la Liga de las Américas. Aquella vez el conjunto santiagueño también se impuso en la definición al carioca 92 a 86 con Robinson como MVP del Final 4. La única diferencia fue que el partido por el título se disputó en Montevideo, la capital de Uruguay y celebró en un estadio vacío por las medidas adoptadas por entonces por la pandemia de Covid-19.
Para llegar al techo de América Quimsa tuvo que afrontar un encuentro. Y más que afrontarlo, lo disfrutó. Porque hizo todo bien, como necesitaba para derrotar a un rival muy poderoso y máximo favorito a ser campeón que llegó al duelo decisivo con ocho victorias y apenas una derrota (ante Boca en la etapa de grupos). Por momentos, sobre todo en el primer tiempo, lo borró de la cancha. En ese tramo lo hecho por los dirigidos por Ramella fue extraordinario, en un nivel altísimo con todos los jugadores en órbita para tomar siempre las mejores decisiones y construir los cimientos de la coronación.
Hubo lapsos en los que aplastó a su rival y llegó a tener una ventaja de 22 puntos, al comienzo del segundo cuarto. A la Fusión le dio réditos todo lo que hizo en ofensiva. Primero buscó cerca del cesto con Tayavek Gallizzi y Emiliano Basabe posteados, luego Robinson empezó con su repertorio de media distancia y, desde entonces, la brecha se fue haciendo cada vez más grande. También fue determinante lo que el local hizo en defensa, donde presionó a Franco Balbi y le impidió que maneje el ritmo del juego. También borró de la cancha a Guilherme Deodato, la principal carta del visitante quien nunca asumió la responsabilidad y pasó desapercibido los 40 minutos.
Incluso, cuando el entrenador Ramella le dio descanso a sus titulares después de casi 9 minutos, los que ingresaron desde el banco de suplentes hicieron lo suyo, no mermaron la eficacia y sostuvieron la distancia hasta llevar a la máxima. El conjunto de Gustavo Conti tuvo una reacción en el segundo parcial, al menos ofensiva. La defensa zonal, si bien fue mejor que la personal, no le permitió limar en demasía la desventaja. Los sustitutos fueron lo único que le funcionó en su habitual nivel y aportaron 18 de los 33 tantos en total en la primera mitad. Hubo un buen ingreso de Martín Cuello (5 puntos) y el base Scott Machado fue quien encabezó una tibia reacción con la que su equipo llegó a acercar a 14 unidades (43-29), pero rápidamente fue respondida por el dueño de casa con Robinson y un Juan Ignacio Brussino que dominó el juego con una conducción muy inteligente. Aun así, el trajín del encuentro ya era diferente con un Mengão en órbita, sobre todo adelante, y dispuesto a dar pelea.
El básquetbol es un deporte que se puede explicar a partir de las estadísticas y la diferencia de +17 que logró tras 20 minutos se apoyó en su eficacia en triples de 66,6% (8 de 12) y en dobles de 64,7%. Su rival, por mérito suyo, quedó en apenas 22,2% en tiros de larga distancia (4 de 18) y en un 50% en dobles (9 de 18).
En el segundo tiempo el encuentro se equilibró y se pareció mucho más al que se esperaba en la previa. Pero para Flamengo ya era tarde. Amagó con meterse en juego con un parcial de 8-2 apenas iniciado el tercer parcial de la mano de los argentinos Balbi (16 puntos) y Martín Cuello (15 unidades y 4 rebotes), los mejores de un plantel que lució desdibujado en gran medida por lo que hizo su oponente y, también, por el contexto en que se presentó con 4000 hinchas santiagueños empujando a los suyos desde las tribunas. En ese tramo, la distancia osciló entre los 11 y 15 tantos. Prevalecieron los ataques por sobre las defensas y ese intercambio favoreció al que llevaba la delantera.
En los baches, Quimsa se apoyó en sus referentes. Robinson estuvo intratable adelante (23 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias) y atrás, porque si hay algo que tiene el estadounidense es que no descansa en defensa. Brussino condujo a su antojo la pelota y los tiempos del partido asumiendo el liderazgo que tiene en el mejor equipo de la Argentina. El base, en la cúspide de su carrera, terminó con 14 unidades y 7 asistencias, cifras que no son desorbitantes ni reflejan lo que influyó en el partido. Y Gallizzi (14 puntos y 5 rebotes) y Basabe (11 y 14, respectivamente) aportaron guapeza cuando el desarrollo se embarró frente a un oponente con mayor poderío atlético pero que no supo en ningún momento destrabar lo propuesto por el campeón.
En el último parcial ya había pasado el buen momento de Machado, Deodato nunca apareció y Balbi y Cuello poco pudieron hacer para torcer la historia. La Fusión volvió a alejarse a 21 puntos y la daga definitiva fue un triple de Robinson a falta de más de cuatro minutos para el epílogo. El bombazo levantó a más no poder a la gente en el estadio Ciudad y fue la sentencia para el conjunto brasileño, que maquilló el resultado presionando y recuperando algunos balones que capitalizó en puntos rápidos. Llegó a bajar la diferencia a un dígito (-8) por primera vez desde el cuarto inicial, pero solo sirvió para la estadística de un cotejo que ya tenía su suerte echada a favor del club argentino.
Quimsa respaldó en el rectángulo de juego un proyecto deportivo encabezado por Diego Lo Grippo que ya acumula 12 finales. Un plan que no solo garantiza victorias, porque a su momento también tuvo derrotas y algunas muy duras como una final de la LNB contra Instituto de Córdoba en el mismo estadio que anoche gritó campeón. Pero es un libreto que lo llevó a conquistar nuevamente América en un etapa adversa del básquet argentino con el seleccionado nacional afuera del Mundial 2023 y de los Juegos Olímpicos París 2024. También, con una Liga Nacional que, por factores propios y externos, no está en su apogeo. Sin embargo, la Fusión, con un plantel que solo tiene un extranjero como jugador mayor (Robinson) porque el resto son nacionales, parece tener la fórmula para ser exitoso y ahora competirá en la Intercontinental en Singapur.
El tercer puesto en la quinta edición del torneo lo consiguió Halcones de Zalapa de México al derrotar en el encuentro previo a la definición a Hebraica Macabi de Uruguay 101 a 99 en tiempo suplementario con un doble de Rasid Mahalbasic a cuatro décimas del final. El pivote esloveno, pero nacionalizado austríaco, aportó 12 puntos y 9 rebotes mientras que los goleadores de su equipo fue Jordan Glynn y Daniel Bejarano con 20 unidades. En el perdedor sobresalió Luciano Parodi con 28 tantos, 3 asistencias y 4 robos. Ernesto Oglivie sumó 18 y 12 rebotes.
De la Basketball Champions League Américas 2023/24 participaron 12 equipos del continente, con excepción de Estados Unidos y Canadá. La Argentina fue representada por Quimsa, Obras Sanitarias y Boca Juniors. El Tachero fue eliminado en los cuartos de final por Flamengo y el xeneize no superó la etapa de grupos, que compartió con Flamengo y con Hebraica Macabi.
Tabla de campeones de la BCLA
Quimsa es el único club con dos estrellas. Flamengo quedó con un trofeo junto a San Pablo y Sesi Franca, ambos de Brasil. Otro dato que envalentona lo hecho por la institución santiagueña en el plano internacional es que jugó cuatro Final 4 en cinco certámenes.