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La economía que viene: la urgencia de un plan de estabilización y algunas certezas sobre dólar e inflación

El nuevo gobierno tiene el desafío de desarmar varios frentes y a la vez que no deriven en una hiperinflación. Sin embargo, el 2024 aún es una incógnita para los economistas.

Sofía Terrile

06 de noviembre 2023, 05:53hs

Milei cruzó a Massa por el aumento de la nafta y calienta la campaña a días del balotaje:

El futuro económico de la Argentina tendrá que ver, en gran parte, con el resultado del balotaje. (Foto: Reuters)

El 2024 es una gran incógnita para los economistas. Está claro que el resultado del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei definirá varias cuestiones del rumbo económico, pero el consenso básico es que habrá más dólares y probablemente un plan de estabilización que provoque un shock de inflación antes de, eventualmente, bajarla. ¿Cómo resultará esa combinación? Esa es la cuestión. Y, hasta aquí, los especialistas no tienen más que ideas en modo borrador.

Primero, una buena noticia para 2024. En principio, cierta normalización climática después de la sequía ayudaría a que ingresen más dólares del agro. “Este año la pérdida de divisas de la agroindustria rondó los US$20.000 millones, pero para el año que viene habría al menos un ingreso adicional de US$15.000 millones por esta vía. Es decir, aun en niveles inferiores a los de 2022, pero recuperando dinamismo”, señala Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra.

Leé también: La suba del dólar que se viene: cómo ajustarían el tipo de cambio Sergio Massa y Javier Milei

Termina de redondear esta cuenta Ricargo Delgado, socio de Analytica, quien calcula unos US$4500 millones de dólares adicionales por una menor demanda de importaciones energéticas debido al uso pleno del gasoducto Néstor Kirchner. Según el economista, la cuenta final dará unos US$25.000 millones más que este año.

(Foto: Adobe Stock)

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¿Alcanza con US$25.000 millones de dólares más? No, porque no es solo una cuestión numérica, sino de timing. “La incógnita es cómo se va a transitar el camino hacia los primeros dólares reales, concretos y efectivos que van a llegar entre abril y mayo [por la lógica de la liquidación del agro]. Creo que los primeros meses van a ser muy complejos, muy definitorios del rumbo y del carácter del nuevo gobierno, de qué tipo de políticas, cómo comunica, cómo las ejecuta y cómo negocia los acuerdos que hay que tener para poder alcanzar medidas fiscales que van a ser complejas”, dice Delgado.

Todas las miradas atentas al dólar 2024

En el camino, el cepo cambiario es otro de los grandes puntos que habrá que rever en 2024. “Otro riesgo sería que el próximo gobierno intente unificar el tipo de cambio de un día para el otro -indica Guido Zack, director de Economía de Fundar-. La situación no es como la de diciembre de 2015 [cuando Mauricio Macri levantó el anterior cepo]: tenemos reservas negativas, tenemos cerrado el acceso a los mercados financieros y estamos usando el swap de China; unificar de un día para el otro provocaría un salto cambiario con un fogonazo fuerte sobre la inflación y el riesgo es ir a una hiperinflación”.

En Fundar consideran que debería haber un régimen de transición hacia la unificación. “Hay que pensar en un régimen alternativo que puede tener que ver con un desdoblamiento cambiario”, expresa. En un desdoblamiento cambiario se establecen dos tipos de cambio con cotizaciones diferentes. “Históricamente, suele establecerse un tipo de cambio más bajo para las operaciones comerciales y otro más elevado para los servicios, las transacciones financieras y los bienes de lujo”, manifiesta el think tank en uno de sus documentos.

La inflación 2024 en un camino riesgoso

¿Y qué pasará con la inflación en 2024? ¿Será mayor o menor que la actual? Para los economistas consultados por TN, lo más probable es que sea mayor. “No hay dudas de que la inflación de 2024 será superior a la de 2023″, sostienen desde Equilibra.

Principalmente, porque se espera que, independientemente de quien sea el próximo presidente, haya una devaluación significativa del peso, tal vez junto a una unificación, que implicará un fuerte salto en el tipo de cambio efectivo que impacta en los precios de las importaciones. En caso de haber un plan de estabilización exitoso, recién comenzaría a tener efecto sobre los precios en los últimos meses del año”, suma Giorgio.

(Foto: Adobe Stock)

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También coincidieron en la necesidad de un plan de estabilización, un conjunto de medidas para que la economía transite de la manera más sustentable posible. Para eso, dice Delgado, previamente hay que ajustar precios relativos -especialmente tarifas y combustibles-.

“Esos precios que hoy están atrasados van a tener que ‘adelantarse’ para poner un punto cero al programa, que seguramente no sea antes de abril de 2024, que es cuando empiezan a ingresar dólares”, añade, y proyecta un verano caliente en materia inflacionaria.

Giorgio añade que el paquete de medidas fiscales que anunció Sergio Massa tras el resultado de las PASO tendrá un efecto extendido porque pasaron o pasarán a ser medidas permanentes: el nuevo y alto piso del Impuesto a las Ganancias para trabajadores en relación de dependencia y la devolución del IVA.

La economista traza dos escenarios según quién resulte el ganador del balotaje. Si gana Massa, explica, probablemente tenga que hacer un recorte del gasto primario y volver a la prudencia fiscal. En el caso de una presidencia de Milei, imagina un recorte del gasto mayor, pero no considera que se pueda alcanzar un superávit en el primer año, porque su gobierno “tendrá que destinar recursos fiscales para contener las crecientes presiones sociales (producto de un fogonazo inflacionario post-devaluación, quita de subsidios y planes sociales)”.

Zack plantea un riesgo para 2024 que tiene que ver con un aumento de la pobreza .”La consolidación fiscal y un régimen cambiario de transición hacia la unificación tienen un potencial efecto sobre la pobreza que hay que buscar atenuar. Ir a una consolidación fiscal no significa que todos los gastos tengan que recortarse y todos los impuestos aumentarse, sino que eventualmente se puede aumentar el gasto en materia social que va a tener que ser compensado por reducción de algún otro gasto o un aumento de la presión tributaria o un aumento de la base imponible [más personas o empresas pagando impuestos] para mejorar la recaudación”, proyecta el economista.

Si todo sale bien, hacia fin de 2024 podría haber mejores noticias. “Una reducción sostenible y significativa de la inflación después de esos primeros meses de acomodamiento de precios debería significar para las empresas en general un mejor horizonte de negocios y la posibilidad de saber a ciencia cierta que van a tener acceso a importar insumos a un precio que no va a depender de cepos que traban, obstaculizan, dificultan y encarecen las importaciones de manera imprevisible. Por supuesto, quizás ya para un estadio posterior de la estabilización, la posibilidad de girar ganancias al extranjero por parte de las empresas que operan en el país, y que son empresas extranjeras, va a significar también la posibilidad de volver a traer inversiones”, estima Martín Kalos, director de EPyCA.

Sin embargo, advierte sobre un riesgo puesto en la gobernabilidad y cómo eso impactará en la economía. “Gane quien gane, va a tener que tejer alianzas y ver cómo las concreta para aprobar leyes o tener el apoyo de los territorios provinciales para las medidas que tenga que tomar. La gobernabilidad es la que va a permitir tomar las medidas de fondo para solucionar los desequilibrios de la economía argentina mientras se establecen otras, paliativas, para que la sociedad no siga sufriendo la agudización de la crisis”, concluye Kalos.

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