Varios golpes con un trozo de manguera y un disparo a quemarropa sobre la mano izquierda del suboficial de la Armada paraguaya fueron necesarios para que el hombre desistiera de continuar la fuga en lancha hacia el vecino país con una carga de combustible argentino. La secuencia quedó registrada en un video que fue filmado desde la embarcación de la Prefectura y pone en jaque la versión dada por la Marina de Paraguay.
El video muestra la lancha de la Prefectura lanzada a toda velocidad sobre el río Paraná bajo un cielo plomizo. “Levanten las manos”, es el grito insistente de la patrulla argentina que embiste una canoa de madera repleta de bidones de 20 litros que trasponía el río con ayuda una lancha de aluminio que timoneaba el marino paraguayo.
La segunda orden que se escucha es para que el timonel apague el motor y desista de continuar su fuga hacia la costa paraguaya, pero el militar -estaba de civil- hace caso omiso pese a los tres golpes que uno de los prefectos le asesta sobre la mano que tiene sobre el bastón del comando del motor Yamaha 25 HP. Fue necesario un disparo con posta de goma sobre la mano izquierda para que el marino cambie de actitud y se allane al procedimiento en pleno canal de navegación del río.
“Tírense al piso”, es la siguiente orden que reciben los tres contrabandistas, ya instalados sobre la lancha del marino. Los prefectos centraron el procedimiento sobre esa embarcación, mientras que la canoa quedó a la deriva con los bidones y luego fue rescatada y llevada a costa paraguaya por otros contrabandistas.
Los tres paraguayos -uno de sólo 14 años- fueron trasladados a la Prefectura de Puerto Rico, donde estuvieron algunas horas. El juez federal de Oberá ordenó la identificación y su expulsión del país por haber ingresado sin autorización de Migraciones. Además, dispuso que en las próximas semanas deberán retornar al Juzgado para ser indagados por el delito de desobediencia y contrabando.
El procedimiento se realizó en una zona conocida como Colonia San Alberto, a unos 140 kilómetros de Posadas, y dejó en evidencia cómo el combustible argentino se escurre hacia el vecino país, donde casi triplica su valor.
Apenas se conoció la detención del marino y sus dos cómplices, desde el Área Naval de Itapúa señalaron que el suboficial de segunda Alberto Martín Rojas Cabrera realizaba tareas de inteligencia a bordo de la lancha y que “dos personas, que aparentemente estaban pescando en la zona a bordo de una embarcación precaria, pidieron ayuda al personal porque en la canoa en la que se encontraban estaba ingresando agua y corrían riesgo de hundimiento”.
El informe distribuido desde Asunción detallaba que “el personal de Puerto Triunfo acudió al pedido de auxilio de los compatriotas, momento en que la Prefectura Naval Argentina, desde larga distancia procedió a disparar con balines de goma, resultando herido en la mano el suboficial”.
El video que fue difundido por la Prefectura deja en evidencia que había total complicidad por parte del militar paraguayo en la maniobra de contrabando. Y se ve que uno de los ocupantes recién abandona la canoa cuando es embestida por la lancha de la fuerza argentina, lo cual demuestra que dicha embarcación no corría riesgo de hundimiento.
Posadas. Corresponsal
AS